La revolución de 6ix9ine

Ilustración: Alen Lauzán

Si la Revolución Cubana fuera una película, su arco dramático empezaría con Fidel quitándole las propiedades a la gente en el 59, y acabaría con el cantante Tekashi 6ix9ine regalando unos dólares a los pocos que puedan llegar a su vera.

Las imágenes de ese tipo entregando dinero como si él fuera un dios y la gente humilde, muy humilde, recibiendo no cabría en la cabeza de ninguno de los que creyeron en el proyecto de la utopía y de la patria “con todos y para el bien de todos”.

Tantos caídos, tantos tiros, tantos muertos… para esto.

Ojo que no estoy en contra de que la gente coja dinero regalado, pero ¿qué diferencia hay entre esto y los marines encaramados sobre Martí?

Que acaben de sacar los papeles para entender el tipo de amistad que tiene 6ix9ine con los del Buró Político. 

Estoy en un momento de mi vida en que no le creo a nada ni a nadie, pero me da curiosidad saber cómo los más revolucionarios, los más fidelistas, los que siguen diciendo que Cuba avanza y no sé qué bobería más, digieren esto.

¿Cómo organizan su cabeza? ¿Qué sentido tiene lo que está pasando en el archipiélago?

De un tiempo para acá, lo mismo un niño que un anciano puede morir porque no hay una ambulancia. La temporada de la falta de comida se hace larga. Es casi imposible encontrar una pastilla para un simple dolor de cabeza. El pueblo no quiere a sus dirigentes y está cansado de tanto descaro y de tanto barrigón hablando sandeces y metiendo mentiras en la TV.

¿Realmente es el momento adecuado para este festivalucho? ¿Cómo se permiten los gastos para hacerlo?

Si ustedes, el Gobierno, no tienen idea de cómo poner un muslo de pollo al alcance de la población, ¿de verdad van a saber organizar un festival?

¡Ah! Mala mía: Es que el dinero de todo esto va a ir a los hospitales, como mismo el dinero que se recauda en Varadero va para el pueblo. Para los médicos y las profesoras.

Ok. Sí. Ya.

Creo que lo que pasa es que esos gordos de guayabera hace mucho tiempo se sienten intocables y se creen que pueden hacer lo que les dé la gana sin que pase nada.

Las imágenes dan pena. No solo mal organizado, sino la doble moral y la falta de valores de un montón de gente que está ahí.

No me gusta, ni me parece humano, que el nieto de un comandante esté ahí, o que el otro llegue en avión privado, o el Audi de fulano… En la lógica de la mafia, esos son los dueños de todo, aunque hay un montón de gente que está ahí haciendo bulto y mañana tiene que regresar a la realidad. A la realidad que puede ser:  a tu vecina le tienen el hijo preso, tu abuela está en cama porque no tienen cómo llevarla al hospital.

Brindo por toda la gente que pagó 100.000 pesos para ver a esos tipos arriba de un escenario, mientras montones de madres lloran a sus hijos presos. Brindo por los que ya tienen el país que querían. ¡La historia los absolvió! Qué linda les quedó la Revolución.

A menearse codo a codo con los ricos y mañana pa la casa, a lucharse el pan y a bufonear.

Hay una foto del 6ix9ine con la chica esa, “la más viral”, y un niño pequeño que es un influencer, y un muchacho con problemas mentales. Todo el mundo muy emocionado, como cuando pasaba el jefe y la gente corría descalza pa decirle: “¡Comandante, usted no lo sabe, pero no entra el agua al caserío hace meses!”. Y después pensar: “Ahora que lo sabe Fidel sí se va a resolver todo”.

Pues un montón de cubanos andan así, necesitando y aplaudiendo al tipo del momento, da igual si es Fidel, si es 6ix9ine, si son los televisores blancos que pusieron en las calles por los 500 años de La Habana… da igual. 

Buscando un salvador. Un ratico rico. Una foto linda. Y mañana a quitarse la máscara y a llorar para la almohada.

Mas allá de la rabia, me digo: “¡qué país más triste, qué maldición más larga!”.

El circo está montado: Los domadores andan en un BMW del año a la cara. No hay comida para los animales, pero sí un montón de payasos. ¡Que lo disfruten!