Foto: Ramón Barreras Valdés/Vanguardia
Aunque hace ya 25 años que Yaquelin Abreu se marchó de Placetas, en Villa Clara, hacia Estados Unidos, pero todavía sigue atada a su terruño natal. Desde la diáspora, y gracias a las posibilidades que ofrecen las redes sociales, cuenta, a veces siente que está allí. Internet, cuyo alcance rompe todo tipo de barreras geográficas, le ha permitido comunicarse con viejos y nuevos amigos que le informan de cuanto sucede en el pueblo. Sin embargo, desde hace unos años, la red de redes también ha sido el medio por el que ella y otros placeteños han incidido de manera directa en la comunidad.
A mediados de septiembre de 2021, Yaquelin y otros miembros del grupo privado de Facebook TODOS SOMOS PLACETAS donaron dos concentradores de oxígeno para el tratamiento de pacientes en estado grave o crítico a causa de la Covid-19. El gasto total por compra y transportación de estos equipos superó los 7.000 dólares. Mediante gestiones internas, los concentradores fueron recibidos por la parroquia de Anastasio y luego enviados al Hospital General Docente “Dr. Daniel Codorniú Pruna”, en Villa Clara.
–Realmente el grupo “TODOS SOMOS PLACETAS” comenzó hace tres años. Antes muchos estábamos en otro grupo de Facebook, donde hablábamos cosas del pueblo, recuerdos y esas cosas. Pero algunos nos separamos y creamos otro donde, además de hablar de Placetas de manera general, también hablamos de los abusos que se comenten contra la población. También la pandemia y las protestas del 11 de julio han cambiado un poco nuestras dinámicas, que van de apoyar en todo lo que se pueda a quienes viven allá.– declaró Yaquelin Abreu a YucaByte.
Placetas, además de ser una de las zonas más afectadas por la Covid-19 en Villa Clara, fue uno de los municipios que protagonizaron las protestas pacíficas del pasado 11 de julio. Entre los casos más conocidos de represión en esta localidad está el de las hermanas Lisdany y Lidianis Rodríguez Isaac, quienes se encuentran detenidas desde el pasado 18 de julio por participar en las manifestaciones.
–En el grupo seguimos casos de represión contra los pobladores. Ahora estamos muy enfocados en este. Sabemos que el delegado de Placetas es un sicario del régimen que ha hostigado a manifestantes, incluyendo mujeres. A estas muchachas les piden 10 años de prisión por vandalismo, atentado, propagación de epidemias y desorden público. Son causas falsas. Ahora mismo nosotros estamos al tanto de todo lo que sucede allá y nos lo cuenta la misma población de Placetas.– recalcó Yaquelin.
El grupo TODOS SOMOS PLACETAS, cuentan sus administradores, está integrado, mayormente, por placeteños y placeteñas residentes en lugares tan diversos como Estados Unidos, Australia, Rusia, Turquía y Grecia. También colaboran con ellos varios extranjeros solidarizados con la crisis epidemiológica y la situación de los derechos humanos en el país. Hasta el momento, el grupo cuenta con más de 28.600 miembros.
– También mucha gente nos escribe, nos informa y hacen de vínculos entre nosotros y la población. Son amigos que van desde cargos públicos hasta personas que barren las calles y se enteran de todo. Gracias a ellos sabemos cómo actuar y a quienes enviar donaciones cuando el dengue afecta a Placetas, y también de casos sociales a los que mandamos ayudas de todo tipo. En estos momentos, estamos enfocados en seguir ayudando con el envío de medicamentos a hospitales a través de iglesias.– dijo la activista placeteña.
TODOS SOMOS PLACETAS, además, investiga y divulga casos de abusos policiales. A partir de denuncias ciudadanas y averiguaciones, han logrado conocer y publicar en redes sociales la identidad de varios represores del gobierno en la localidad.
Este grupo de Facebook es solo una de tantas iniciativas ciudadanas de envío de ayuda humanitaria realizadas en conjunto entre cubanos residentes dentro y fuera del país. Con niveles de alcances que van desde lo local a lo nacional, el exilio y varios activistas y colaboradores han conseguido gestionar la entrada de medicamentos, insumos médicos y otros productos de primera necesidad para aliviar la crisis económica y sanitaria de la isla.
