Un artículo publicado por la revista Bohemia el 26 de abril de 2021 acusa directamente al embargo estadounidense de ser la razón por la cual no se han podido avanzar en el proceso de informatización de la sociedad. Según este texto, la imposibilidad de acceder desde la Isla a plataformas como Google Cloud, Google Domains, Google Classroom, Google Ads, entre otras, “se suma a los daños y perjuicios económicos ocasionados al sistema de Comunicaciones de Cuba, los cuales se estiman en 65.493.280 dólares en el período de abril a diciembre de 2020”.
El artículo cita como única fuente a la viceministra de Comunicaciones, Grisel Reyes, quien ha estado muy activa desde su perfil en Twitter (y el del Ministerio de Comunicaciones, o MINCOM) en cuanto a la producción de contenido contra el embargo. Además de las razones que alega en el texto de Bohemia, Reyes también ha difundido en las redes sociales la idea de que el embargo resulta el principal freno para el desarrollo de los emprendimientos tecnológicos en Cuba. En este empeño, la viceministra se ha apoyado en las publicaciones en Twitter de la startup DOFLEINI SOFTWARE y en las declaraciones de su CEO, Carlos Miguel Pérez Reyes.
#AbajoElBloqueo vs #Cuba https://t.co/3FovjEuNFg
— Grisel (@GReyesCuba) April 26, 2021
El MINCOM, al parecer, pretende sumar a la campaña por el fin del embargo a emprendedores cubanos, específicamente desarrolladores de software. En esta unión de reclamos, el sector estatal y representantes del sector no estatal culpan al embargo de ser la razón de los problemas generales y particulares de ambos.
En esta campaña ha sido importante la participación de DOFLEINI SOFTWARE, una startup que se cataloga a sí misma como “una empresa 100% cubana, especializada en el desarrollo de software a la medida para sus clientes y soluciones de negocio para pequeñas, medianas y grandes empresas”. Esto lo demuestra el hecho de que los tuits “antiembargo” de Pérez Reyes fueron replicados por reconocidos funcionarios del régimen con historial de censura, como el periodista Randy Alonso Falcón, director de Cubadebate y del espacio televisivo Mesa Redonda.
#ElBloqueoTambienEsUnVirus #EliminaElBloqueo https://t.co/TpDPGgYigk
— Randy Alonso Falcón (@RandyAlonsoFalc) April 27, 2021
Pero ¿por qué DOFLEINI SOFTWARE?
Esta startup ha sido muy bien referenciada por organismos estatales asociados al MINCOM, quienes han construido relaciones profesionales con ella. Por ejemplo, la primera vez que la empresa estatal de desarrollo de software Desoft decidió establecer un contrato con una empresa privada cubana fue justamente con DOFLEINI SOFTWARE. Este hecho fue anunciado por la Unión de Informáticos de Cuba (UIC), la cual etiquetó a otros organismos estatales como el Ministerio de Comercio Exterior y la Inversión Extranjera.
Carlos Miguel Pérez Reyes no es solo un emprendedor cubano, sino también el vicepresidente provincial de la UIC en La Habana, una organización calificada por su presiendeta nacional, Ailyn Febles, como parte de la “sociedad civil cubana” y, a su vez, como un “sueño de Fidel” Castro materializado. Además, Pérez Reyes fue la persona escogida para representar a los emprendedores tecnológicos en la reunión previa al 8vo Congreso del Partido Comunista de Cuba (PCC) que sostuvieron Miguel Díaz-Canel y el Consejo de Ministros con cuentapropistas cubanos.
Varios emprendedores se suman a las campañas y objetivos del Gobierno cubano, especialmente relacionados con el fin del embargo y el consecuente acercamiento entre Washington y La Habana, algo parecido a lo que sucedió durante el último mandato de Barack Obama en los Estados Unidos.
El pasado marzo se debatió fuertemente este asunto en la red social Twitter. Emprendedores tecnológicos cubanos, dentro y fuera de Cuba, discutieron acaloradamente sobre la necesidad de sumar a la exigencia del fin del embargo el reclamo por mayores libertades para el sector no estatal y el desbloqueo de otros sitios que abiertamente censura el régimen. A la campaña del #NoMas403 (en referencia a los sitios inhabilitados a Cuba por el embargo) iniciada por algunos emprendedores se le enfrentó el #NoMasDictadura como respuesta. Los primeros, sin embargo, se defendieron aludiendo a una exagerada politización del tema, cuando para ellos solo era “cuestión de negocios”.
Los hechos confirman que existe una marcada intención por parte del Gobierno de fomentar el desarrollo de las tecnologías de la información y la comunicación como una plataforma de “lucha ideológica”, estructurada de manera tal que sirva exclusivamente a sus conveniencias. Lo planteado en el 8vo Congreso del PCC al respecto, así como las recientes promociones de Jorge Luis Perdomo Di-Lella (exministro de Comunicaciones y ahora viceprimer ministro del país) y Mayra Arevich Marín (expresidenta ejecutiva de ETECSA, ciberacosadora de periodistas independientes y ahora ministra de Comunicaciones) lo demuestran.
Carlos Miguel Pérez Reyes es una de las caras visibles de la relación entre un Gobierno interesado en afianzar su control sobre las tecnologías de la información y las comunicaciones y el sector privado de las tecnologías. La organización que integra y de la cual es uno de sus dirigentes, la UIC, se subordina al MINCOM, organismo estatal responsable de la censura sobre medios independientes y de los constantes cortes de internet y de servicios de telefonía móvil que sufren muchos activistas políticos en la Isla. La relación entre Pérez Reyes y la UIC con el MINCOM y el Gobierno en general tampoco es indirecta. Basta decir que Pérez Reyes aparece como el autor de un documento titulado Declaración de la Unión de Informáticos de Cuba ante las manipulaciones, provocaciones e injerencia del gobierno de Estados Unidos, que pretenden desestabilizar la Revolución cubana, donde dice:
“Rechazamos enérgicamente la manipulación mediática, la creación de perfiles e informaciones falsas para crear matrices de opinión, sembrar el odio, dividirnos y subvertir el orden que soberanamente el pueblo consagró en su Constitución, que busca reforzar el ilegal, inhumano y cruel bloqueo económico y quitarnos lo más preciado que tenemos y hemos construido: la Revolución (…) Continuaremos desarrollando nuestra actividad al lado de nuestro Partido y nuestro pueblo, respaldando desde la ciencia, la innovación y el desarrollo territorial, en integración con las universidades, la empresa estatal socialista, el sector no estatal, la sociedad civil y el gobierno”.
