La actuación del llamado Team Asere dejó euforia y contradicciones entre los cubanos de las dos orillas, además de largos debates en redes sociales sobre la legitimidad del conjunto, lo que simbolizaba y la instrumentalización que de él hacía el Gobierno cubano.
¿De qué hablamos cuando hablamos de pelota?
La participación de peloteros exiliados en un equipo concebido desde el jingoísmo es otra modalidad de la expropiación, una versión deportiva del inventario de bienes.