El retrato es muy racista, violento. Además, ¿a quién se le ocurriría? Solo a una persona que no está bien de la cabeza o que viva muy alejada de la realidad. ¿Es tan espesa la nube que rodea la mente del pintor? ¿Los privilegios ciegan tanto?
Aída Bueno: “Guillermina”, la fantasía maternal del hombre blanco
Soy doctora en antropología social y cultural, especializada en antropología de la religión, por la Universidad Complutense de Madrid. También estudié relaciones raciales y cultura negra en la Universidad Cândido Mendes, de Río de Janeiro.
10LXs y racialidad: ¿amor en conflicto?
La presencia de Fede genera, en esta ocasión, más alertas que satisfacciones. La representación que recorre un sendero ya conocido exige desprendernos de esos resortes comerciales y efectistas, para adentrarnos en una realidad más profunda, para no estereotipar a sujetos sociales y, a fin de cuentas, reflexionar sobre esa realidad que también puede ser cambiada