Jesús Saura Hernández mueve el dial de su radio KENWOOD TS-43OS. Se traslada entre las bandas de 15 a 40 metros. Escucha las conversaciones de los colegas e intenta entrar, pero el ruido le “apaga” su voz. “Hoy las condiciones climáticas no nos están ayudando”, dice y continúa atareado, rastreando una señal amiga por todo el éter, mientras el cielo dibuja unos nubarrones grisáceos. “Esos –indica Jesús apuntando hacia ellos– son los que impiden la comunicación”. La tarde casi dice adiós