Mientras se siga pagando el clóset, a la salida, habrá que asumir el ruido de esa puerta con orgullo y con espíritu de protesta; habrá que reflexionar sobre las piedras que encuentran en el camino a la felicidad de ser los pasos rebeldes y estrepitosos de nuestra generación.
Yo soy la comunidad: del espacio virtual a las calles de La Habana
Cuando el policía comprendió que no había retirada se acercó a la turba de gente y preguntó algo así como por qué no íbamos al Fiestón -el que había organizado a la misma hora el CENESEX-, por que estábamos allí, quiénes éramos nosotros.
Desde la turba, se escuchó:
Yo soy la comunidad.