Luzbely cree que tanta represión solo puede significar que hace bien su trabajo y que el poder siente, quizás por primera vez en mucho tiempo, un escalofrío recorriéndole el espinazo. El poder tiene miedo, piensa, porque ya no puede seguir ocultando información, porque cada vez más personas se conectan a internet y debaten y leen cosas que gente como ella escriben.