Aunque la muerte de López-Calleja no debe haber tomado desprevenido a nadie dentro del régimen, el grueso de los analistas coincide en que su partida trastoca grandemente los planes de Raúl Castro para el futuro del país. En lo adelante habrá que ver quién cuenta con la suficiente confianza por parte del General como para quedar al frente del imperio de Gaesa.