Como artista en Cuba sentía el teatro y luego el cine como refugios y terrenos donde podíamos ser libres. No tardaría mucho en entender que no lo éramos y jamás lo seríamos
Pedrito Martínez: “Soy la primera persona de mi familia que se va de Cuba”
El cubano se siente muy mal por el hecho de que por cualquier cosa te quitan el internet, de que no haya comida en ningún lugar, de que te censuren tus propios trabajos después de que ya los aprobaron, después de que ya pusieron el dinero para rodarlo, después de que ya todo estaba bien, y de repente te censuren, te prohíban hacer otras cosas… No sé… Cuba tiene demasiados defectos.
Yia Caamaño: “En Miami yo me he sentido como en casa”
Lo que más me gusta de Miami es que siento que se parece en muchos puntos a Cuba, a como podría ser Cuba, o a cómo es Cuba. Hay muchos cubanos. Hay gente conocida.
Darlyn Morales: “No podía ser feliz, porque no era libre”
Extraño el calorcito de Cuba, el sol. Pero ya no extraño nada más. ¿Qué más se puede extrañar que no sea esa sensación de hogar, si Cuba es una dictadura?
Los de atrás vienen conmigo
“Miami es el cementerio de los artistas”. ¿Cuántas veces habré escuchado aquella frase? Mi primer trabajo fue en un McDonalds. Pero también trabajé en un Walgreens, en el aeropuerto, en un restaurante, en un edificio de lujo…
Néstor Díaz de Villegas se cuela en el rancho de Alex Otaola
Perdido por las fincas de Redland, en lo profundo de la Florida, el mismo día que Ana de Armas metía la pata en La Colmenita, fui a dar al rancho del nuevo candidato a la alcaldía de Miami-Dade.