Tengo más preguntas que respuestas y soy partidario de lo que me decía una señora con la que viajé a Miami. La abuelita me dijo que el cambio tenía que ser sin sangre. Había que unir a todos los cubanos que el diablo había separado. Había que crear una patria más justa.
El globo, el cine y la máquina del tiempo cubana
Definitivamente Cuba es un país donde el tiempo pasa distinto. Quizá el tiempo no existe allí. Quizá es parte de un multiverso diferente, un multiverso donde los que gobiernan te oprimen y exprimen al máximo, y los afectados se mantienen haciendo lo mismo de siempre: esperar resultados diferentes.
Unicornios rojos del amor
Para los unicornios rojos del amor que han acabado con el país y para los unicornios rojos del amor que apoyan a estos, ¿qué sería un buen comportamiento? ¿Dejarse golpear y callar? ¡Claro! Hay que callar porque, si no, uno es un odiador.
El Corrector: hombre de confianza del Ministerio
El Corrector era corrector de verdad. Había trabajado en la editorial Letras Cubanas y tenía eso que algunos llaman “el bichito del arte”. Es super curioso porque a lo largo de la vida, cada vez que he chocado con un seguroso, con un agente, todos tienen esa insatisfacción por no haber escrito un poema, dirigido un cortometraje.
El cementerio de las dick pics
La primera vez que tengo un recuerdo de chocar con la pornografía fue en casa de un amigo que tenía debajo de la cama una colección de revistas de dibujos pornográficos. En una de ellas había un pene parlanchín.
Un tranvía llamado Prosperidad
Tenemos la misma pinta. Somos lo mismo. Me trato de arreglar los mechones de pelo con la mano. Ya me lo habían dicho, que Madrid seca el pelo cantidad. Es eso. La sequía acaba con todo.
Sonrío. Me paso la mano por la cara. Todo va a estar bien. Yo voy a mí.
Prosperidad. Prosperidad. Eso tiene que ser una señal.