José A. Pompa, acusado de «propaganda contra el orden constitucional» en Cuba

El opositor cubano José Antonio Pompa López salió de casa junto a su hijo en la mañana del viernes 26 de abril de 2024. Acompañó al niño a la escuela, pero cuando regresaba a su vivienda fue detenido por agentes de la Seguridad del Estado en plena calle. El arresto dio paso a un registro en su casa, en La Habana Vieja, donde fueron confiscados el CPU de una computadora, una tableta y dos memorias flash.

Ese día fue terrible para Suarmy Hernández Vilar, la esposa de Pompa. Ella cuidaba al bebé de ambos cuando llegaron los represores a registrar. “Su arresto fue en la calle cuando dejó al niño en la escuela”, explica la madre a YucaByte. “Lo cogieron por unos supuestos audios que le encontraron a un opositor en su móvil cuando lo metieron preso. Las autoridades dicen que la computadora que me llevaron de la casa tenía un video de Pompa tirando proclamas y que eso es un delito que se llama ‘propaganda contra el orden constitucional’”.

En ese momento, Hernández cuestionó la legitimidad del registro efectuado en su vivienda: “Entraron aquí y se robaron esas cosas. Me dijeron que si no tenían nada en contra de la Revolución las devolverían rápido. La tableta y el disco duro son cosas de mi niño de nueve años, ahí él ve sus muñequitos. Nosotros desde el 2009 estamos en la oposición y nunca hicimos actos violentos, siempre hemos luchado en contra de esta dictadura pacíficamente”.

“Ellos [los represores] son unos terroristas”, continuó Hernández después de haber sufrido el registro. “¿Cómo a mí, con un bebé de cinco meses, van a hacerme eso? Ahora mismo estoy sola aquí con dos niños y no puedo ni trabajar. Yo responsabilizo a la Seguridad del Estado de lo que le pueda pasar a mis hijos y a mi esposo. Nosotros nunca hemos luchado por dinero, lo que yo tengo es de amigos y familiares que me ayudan. Gracias a eso hemos sobrevivido porque a mi esposo lo botaron del trabajo antes de que el niño naciera”.

Pompa fue trasladado a Villa Marista, la sede principal de la Seguridad del Estado, por su presunta participación en la distribución de papeles con textos antigubernamentales. Allí permaneció más de tres meses, hasta que fue transferido a la cárcel habanera Combinado del Este. Su integridad y el curso del debido proceso han sido continuamente vulnerados.

“José Antonio fue detenido y está siendo procesado por el delito de propaganda contra el orden constitucional”, explica a este medio Raudiel Peña, abogado del Centro de Información Legal Cubalex. “Con eso se vulneran sus derechos a la libertad de expresión y a la protesta pacífica, porque él protestó pacíficamente. También se han irrespetado el derecho a la no discriminación y el de igualdad de trato ante la ley”.

Represión y mala sanidad, un patrón que se repite

Hernández asegura que la Seguridad del Estado ya estaba reprimiendo a Pompa desde antes del arresto. En enero de 2024, cuando Pompa se quedó sin trabajo, responsabilizó a la Seguridad del Estado y colocó un cartel en su casa que decía: “SOS mis hijos se mueren de hambre”.

“Lo citaron varias veces a la unidades de Policía y lo amenazaban de que si seguía activo en la política lo iban a meter preso”, recuerda Hernández. “Empezaron a decir que él recibía dinero de la organización opositora Cuba Primero, cosa que es mentira porque hace mucho rato que se había quitado de eso”.

Cubalex está familiarizado con los casos de cientos de presos políticos que han sido encarcelados por el régimen bajo un amplio abanico de irregularidades. En el caso de Pompa, Peña considera injustificado su encierro y teme que se dilate: “En un contexto como el cubano, con una independencia judicial nula, en casos como los de él prácticamente ya se está condenado, incluso antes de que se haga el juicio. Sobre todas las cosas va a ser un juicio politizado, porque se celebra por motivos políticos. De hecho, el delito de propaganda contra el orden constitucional es eminentemente político”.

El Código Penal cubano, que entró en vigor en diciembre de 2022, recoge varias figuras delictivas ambiguas que son utilizadas por el régimen para encarcelar a quienes contradigan sus intereses. Desacato, desórdenes públicos, sedición, atentado o instigación a delinquir suelen ser las imputaciones más frecuentes que realiza el régimen a quienes protestan, según recoge la organización Justicia 11J.

“Una de las cosas que busca el régimen es el castigo ejemplarizante”, explica Peña. “Con eso ya pretende desactivar a José Antonio en el plano individual en cuanto a su activismo político. También busca mandar un mensaje más claro a otros para que sepan que cualquier comportamiento similar a lo que él está haciendo va a ser reprimido”. 

Como si ser separado de tu familia de forma arbitraria no fuese suficiente calvario, Pompa ha presentado graves problemas de salud en prisión. Allí, al igual que muchos otros presos cubanos en los últimos años, no ha recibido la atención médica que requiere. 

El panorama sanitario en las prisiones cubanas suele provocar fatales desenlaces. Los convictos Luis Franklin Ruiz y Mario Benítez murieron en agosto de 2024 después de presuntas negligencias médicas, según denunció el Centro de Documentación de Prisiones Cubanas, una organización independiente que monitorea la situación de las cárceles en la Isla.

Sobre la sanidad de las prisiones cubanas, el presidente del Gremio Médico Cubano Libre, Miguel Ruano, comentó a YucaByte: “Lo mínimo, la atención médica y los medicamentos, está ausente. Agregando las pésimas condiciones de vida que enfrentan los reclusos, podemos ver que el panorama es desolador y bastante trágico para esas personas, resultando en lo peor para conservar su integridad vital”.

En el caso de Pompa, hay que tener en cuenta que “está padeciendo en prisión torturas físicas y psicológicas”, enfatiza Peña. “La evidencia de eso es que ha perdido mucho peso y también ha tenido problemas de salud en prisión. Allí se afecta su acceso a servicios de salud de calidad, porque según su esposa él no ha recibido la atención médica necesaria”.

La familia asume y padece la complejidad impuesta por el régimen

Los familiares de los presos cubanos entonces deben suministrar todo lo ausente en las cárceles. Más allá de conseguir lo que puedan para el recluso, Ruano lamenta que no les quede mucho por hacer: “En Cuba poco pueden hacer los familiares de estas personas, sobre todo por la nula receptividad de las direcciones de esos establecimientos penitenciarios. Una estrategia que ha dado algunos resultados ha sido la denuncia en redes sociales, para lograr la visibilización y ejercer presión en alguna medida sobre los funcionarios de la dictadura”. 

Como ya ha subrayado YucaByte en reportajes anteriores, resulta imprescindible que las familias de los presos políticos denuncien las arbitrariedades sufridas. Ruano cree que en algunos casos esa visibilidad condiciona al régimen “para evitar escándalos de mayor envergadura”, y eso se ha traducido en cierta «condescendencia».

Hernández entiende lo importante que resulta para su esposo y sus hijos que ella alce su voz. Desde que Pompa entró a prisión, ella ha insistido en la inocencia de él: “Es un hombre respetuoso, bondadoso y le gusta mucho la política. Con respecto a la familia es muy buen padre, buen esposo y muy buen hijo. Enfrenté muy mal su arresto porque además de mi niño mayor, tengo a un bebé de 10 meses que nació con un problema genético. Todavía no me repongo de la ausencia de José Antonio. Lo extraño mucho”.

Además, Hernández siempre ha hecho hincapié en cómo esta situación ha afectado a sus hijos: “Todo le ha perjudicado mucho a mi niño de nueve años. No quiere ir a la escuela y dice que los comunistas se llevaron preso a su papá. No quiere hablar con nadie, se relaciona muy poco en la escuela. Académicamente no está mal, solo que no quiere ir. También han tratado de cogerlo para que actúe en los matutinos de la escuela y eso es puro comunismo. No voy a permitir que a mi hijo lo estén usando para estar haciendo actos comunistas”.

A finales de mayo de 2024, la madre del preso político Luis Robles Elizástigui, Yindra Elizástigui, exhortó a las mujeres cubanas con familiares presos políticos a luchar por la libertad de todos ellos. “No podemos cansarnos de gritar cualquier injusticia que hagan con ellos o ellas. Es un derecho que tenemos, ante el mundo, ante Dios. Es una bendición que tenemos que defender con uñas y dientes y, ante todo, con la verdad», dijo en una directa transmitida desde su perfil de Facebook.

Por realizar las correspondientes labores de acompañamiento, los familiares de los presos políticos también son duramente reprimidos por el régimen cubano. Según un informe emitido a finales de julio de 2024 por Justicia 11J, al menos 80 familiares de presos políticos sufrieron 250 eventos represivos entre el 1 de marzo de 2023 y el 30 de junio de 2024.

Por otra parte, Peña precisa que el vacío económico que deja Pompa genera repercusiones preocupantes en su familia: “En el caso de sus seres más queridos, además de afectar al núcleo familiar, su cárcel le genera una sobrecarga económica a esos familiares y amigos que ahora tienen que enviarle comida y otros productos de primera necesidad, cosa que en el contexto cubano es bastante complicada”.

La familia de Pompa presenta una complejidad adicional: la enfermedad de su hijo menor. Pocos días después de su detención, Hernández denunció: “Mi bebé requiere cuidados especiales porque nació con un problema en la mandíbula y necesita teteras específicas para alimentarse. Aquí en Cuba no hay nada de eso. Tanto que [las autoridades] dicen sobre los niños, pero aquí ellos no nacen para ser felices”.

El pequeño padece el síndrome de Pierre Robin, una afección congénita que puede dañar la mandíbula, la lengua y las vías respiratorias. Ante ese escenario, Peña dice que el régimen debería excarcelar a Pompa: “La situación con sus hijos debería atenuar su sanción, pero realmente eso no es una práctica común de las autoridades cubanas. No suelen tener en cuenta la pertenencia de estas personas a núcleos familiares donde hay niños pequeños. Que uno de sus hijos esté enfermo debería tenerse presente, incluso para aplicar un régimen penitenciario que le permitiera a Pompa seguir en libertad. Sin embargo, en estos casos la práctica jurídica no va en ese sentido y mantiene una línea completamente represiva. Muchos presos políticos van a establecimientos penitenciarios con el máximo nivel posible de seguridad”.

Hernández cree que la detención de su esposo es injustificada: “Yo creo que todos esos arrestos que hace la Seguridad del Estado son arbitrarios. Yo le diría a los militares que no repriman más a la gente. Lo que tienen que hacer es buscar el bienestar del pueblo. Ya llevamos muchos años sufriendo con esta dictadura”.

Por último, Hernández ofrece un consejo a los familiares de los presos políticos: “Recuerden que nuestros presos no son delincuentes, que necesitan apoyo porque esas cárceles que ellos están pasando son un infierno. A muchos los torturan y los golpean y eso hay que publicarlo en las redes sociales para que el mundo sepa lo que le hacen a los presos políticos cubanos”.

Graduado de Periodismo en la Universidad de La Habana. Asentado en Madrid desde 2021, escribe en Diario de Cuba, El Estornudo y en el periódico español El Confidencial.
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