Ilustración: Alejo Caner
La tensión durante el segundo aniversario de las protestas del 11 de julio de 2021 (11J), el aumento imparable de la criminalidad y presuntos “sabotajes” a instituciones estatales marcaron el flujo de rumores recogidos en Cuba por 14ymedio y Yucabyte el pasado mes de julio. Por otra parte, el esfuerzo de varios perfiles de redes sociales afines al régimen por controlar el relato de la violencia y lavar la imagen de la Policía también se ha redoblado durante el mes.
En vísperas del 11J, varios usuarios reportaron una serie de “preparativos” teledirigidos con toda discreción por el Gobierno y que incluían turnos de guardia en los centros de trabajo, la organización de “brigadas de respuesta rápida” ante cualquier incidencia, y la vigilancia y militarización de puntos clave, como los parques y plazas.
No fue difícil que, en este contexto, la llegada ese día al puerto de La Habana del buque de guerra ruso Perekop fuera considerada como un gesto adicional de intimidación. Todavía más estupor causó que el barco cancelara las dos visitas abiertas al público, anunciadas previamente por la prensa oficial.
Entre las hipótesis para explicar la cancelación estuvo el hecho de que los medios independientes reportaran el arribo del Perekop y lo relacionaran con el 11J, a lo cual se añadió que los marinos no deseaban que los cubanos “espiaran” directamente el barco. No obstante, ni las autoridades cubanas ni las rusas ofrecieron una justificación oficial.
El pésimo servicio de internet durante el aniversario de las protestas también dio de qué hablar. Se comentó que el régimen había encontrado la “fórmula” para bloquear las aplicaciones VPN (red privada virtual), que permiten el acceso a las páginas web prohibidas en la Isla. Además, se confirmaron cortes telefónicos y dificultades para la conexión, además de acoso –tanto virtual como físico– a varios activistas, a los que se les impidió salir de su domicilio.
Varios perfiles digitales –sobre todo de Facebook– publican reportes casi diarios sobre la criminalidad en la Isla. El nivel de detalle de estas informaciones, así como su apología tanto de la contrainteligencia cubana como de la Policía, ha dado pie a que muchos usuarios los consideren como vinculados al Ministerio del Interior. Estos perfiles, en su mayoría anónimos (La Página de Mauro Torres, Legionario Cubano, El Cubano Fiel) o aparentemente colectivos o regionales (Fuerza del Pueblo, Realidades desde Holguín), son citados con frecuencia como fuente por la prensa oficial.
Esto no impide que numerosos usuarios continúen reportando sucesos violentos, como el asalto –para robar tres motos eléctricas– a un custodio de edad avanzada en un parqueo del municipio habanero de Plaza de la Revolución. También se comentó que un oficial retirado de la Policía fue el único personal disponible –junto a los pobladores– para atrapar a los rateros que habían intentado robar una vivienda en San Juan y Martínez, en Pinar del Río.
Los turistas no han estado exentos de la ola de criminalidad que afecta la Isla y varios rumores han abordado la situación. Un carro con chapa de turismo fue presuntamente robado en Gibara, Holguín. Según varios usuarios, el auto fue devuelto y los ladrones presuntamente detenidos.
En cuanto a la inacción de la Policía o la existencia de zonas donde los criminales están “protegidos” por ciertos oficiales de alto rango, fue señalado el reparto habanero de Víbora Park. Los asaltos que ocurren en esta zona quedan impunes, según varios rumores, y las víctimas no suelen recibir ayuda de los pobladores.
En este sentido, el caso más viral fue el presunto asalto a un joven por parte de cuatro agentes de la Policía. Tras la golpiza, alegaba el rumor, los oficiales le robaron al joven un teléfono móvil, más de 50.000 pesos y una botella de ron. Aunque el rumor estaba acompañado de un video filmado frente a la estación habanera de Dragones donde una voz, sin identificarse, denunciaba el crimen, no hay imágenes claras que confirmen el presunto ataque.
También circularon rumores sobre supuestos sabotajes, organizados por opositores clandestinos, que serían los causantes de varios incendios reportados durante este mes en la Isla. Se ha especulado que, como la mayoría de estos siniestros han ocurrido en edificios estatales –como los Astilleros del Golfo, en Granma, o la emisora local de Manzanillo–, ha habido intencionalidad en su causa.