Ilustración: Alejo Caner
Tengo la impresión de que conocí a Homero Saker durante el Taller Nacional de las pruebas de ingreso a la Escuela Nacional de Artes (ENA), pero no tengo certeza clara de que esa haya sido la primera vez que nos vimos. Homero es amigo de muchos amigos, y nos tropezábamos de vez en cuando por algún teatro de La Habana, o alguna fiesta, o alguna salida nocturna. Era de esas personas que aparecían de repente y luego se esfumaban. No era constante en mi círculo cercano, pero cada vez que nos encontrábamos era como si nos conociéramos de siempre. Nunca lo vi en el escenario y tampoco recuerdo haberlo visto en la televisión, hasta hace muy poco que lo encontré en la primera temporada de la serie Calendario, dirigida por Magda González Grau, donde interpretaba a Maykel, un adolescente de secundaria abiertamente gay.
Era la primera vez que veía en la Televisión Cubana un personaje así, y aunque una parte de mí deseaba que aquel personaje hubiese sido interpretado por un actor gay, otra agradecía la calidad de la interpretación.
Homero siempre fue un personaje misterioso. Hace poco supe que se había ido a vivir a España, y quise aprovechar esta entrevista para conocerlo un poco mejor.
―¿Quién es Homero Saker?
―Homero Saker es realmente mi abuelo. Yo sería el nieto de Homero Saker que a la vez es hijo de otro Homero Saker, y yo sería Homero Alejandro Saker. Homero Saker simplemente es el nieto de su abuelo que heredó ese nombre.
―¿Cómo llega la teleserie Calendario a tu vida?
―Estábamos en una fiesta, en un bar en Cuba, y un compañero de trabajo me dijo que estaban haciendo castings para una serie donde estaban buscando niños de secundaria. Ya yo había cumplido 27 años, pero mi amigo me convenció para que lo enviara [el video que pedían] porque yo aparentaba menos edad y estaban buscando actores adultos para que interpretaran esos personajes adolescentes. Mandé el casting a una asistente que no conocía. Luego hicimos tres o cuatro rondas más de casting para el personaje de Maykel y finalmente quedé yo.
―¿Qué ha significado para ti un personaje como Maykel?
―Para mí ha significado por primera vez tener un personaje de gran importancia en un audiovisual para la televisión, ya sea por la temporada entera, o simplemente por el trabajo que se me permitió hacer. Fue la primera vez que tuve la oportunidad de hacer un personaje que avanza de capítulo a capítulo y que tiene un progreso en la historia. Tuvo también una gran importancia porque pude defender algo en lo que yo creo y con lo que estoy de acuerdo.
―¿Has vivido alguna experiencia particular en las redes sociales vinculada a Maykel?
―Cuando estaba la serie al aire, mínimo seis personas que habían sufrido cosas como las que sufrió Maykel, se dedicaron a contarme su historia, y me dieron las gracias por lo que había representado para ellos, porque se pudieron ver de alguna forma identificados con el personaje. Y eso fue de las cosas más bonitas que me sucedió con Maykel.
―Yo siento que en los últimos tiempos el cubano ha tenido una manera muy particular de interactuar y debatir sobre la programación televisiva. Lo que antes hacían en casa del vecino al finalizar el capítulo de una telenovela, ahora ocurre a modo de debate en una red social. En Facebook incluso hay grupos donde se comparten memes de las historias y los personajes. ¿Cómo sientes tú que han influido las redes sociales en el trabajo de los actores y artistas cubanos? Como actor, ¿cuál ha sido tu experiencia con las redes sociales?
―No soy mucho de redes sociales. Las consumo mucho porque me gusta ver videos y memes y tal, pero no soy mucho de publicar en redes. Es un entretenimiento que en algún punto es adictivo y que te desconecta… o que te conecta incluso porque puedes estar horas viéndolas.
Por aprovechar el tirón que tenía la serie para crecer en redes sociales, por primera vez comencé a publicar y responder comentarios. Fue muy loco durante todo el tiempo de la serie, sobre todo desde el capítulo en que Maykel declama el poema en el aula; mi teléfono no paraba con montón de comentarios en su gran mayoría positivos, aunque también tuve algunos negativos.
―¿Recuerdas algún meme en particular que haya llamado tu atención al respecto?
―Recuerdo alguno con respecto al vestuario del personaje, que era muy colorido siempre; y me gustó mucho porque fue algo que trabajé mucho con la directora. Pero no recuerdo ningún comentario negativo. Y si existe, no me acuerdo, o no lo vi.
―Supe que te habías ido a España en uno de estos canales de YouTube en los que te cuentan cuáles actores ya no están en Cuba. ¿Cuál fue tu motivación principal para salir de Cuba? ¿Y por qué a Madrid?
―Pues yo vine a Madrid por primera vez en 2019. Y desde que vine me planteé como idea personal dedicarle un tiempo de mi vida a esta ciudad por lo que representaba y también porque, de alguna manera, como artista me puede aportar mucho una ciudad como esta. Así que después de la pandemia, en cuanto tuve la oportunidad, encontré una escuela en la que hoy por hoy estudio una maestría de Interpretación Audiovisual y estoy muy contento con lo que estoy viviendo aquí.
―¿Qué es lo que más y lo que menos extrañas de Cuba?
―Lo que más extraño de Cuba es mi familia entera. Y, después de eso, el mar. Aquí en Madrid no hay mar, y yo vivía cerca del Malecón. Para mí es muy fuerte no tener el mar cerca.
Lo que menos extraño de Cuba es la dificultad que existe a la hora de plantearse metas, de plantearse proyectos. Desde que me fui de Cuba veo más a futuro de lo que podía ver cuando estaba allá.
―¿Algún proyecto futuro del que puedas adelantar algo?
―El único proyecto que tengo ahora mismo es terminar mi tesis de maestría, que me está costando mucho trabajo porque es un método de estudio o de formación al que no estaba acostumbrado; es muy diferente. Ese es el proyecto inmediato que debo cumplir en junio. Después de eso, vendrán otras cosas.
―Las preguntas personales de Hansel:
Una película: La milla verde.
Una canción: September, de Earth, Wind & Fire.
Un libro: Ninguno.
Una ciudad: Madrid.
Un olor: El olor del café.
Un sabor: Chocolate.
Una persona: Mi abuelo.
Una red social: Instagram.
Un sueño: Sueño con una noche con todos mis amigos.