Ilustración: Brady
Rone es como un hermano para mí. Y lo digo con todo el peso de la frase.
Durante las vacaciones de 2011, cuando pasábamos del primero al segundo año de la Escuela Nacional de Arte (ENA), Mariela López, nos convocó a un grupo de actores jóvenes para el teleplay Teorema. Rone y yo coincidimos en el proyecto, pero no compartimos escena. Como yo era de Pinar, Rone no tan solo me ofreció su casa, sino que además me prestó a su mamá, a su familia entera, y me asumió como a un hermano menor. En aquel apartamentico descubrí la música de Gema y Pável y lloré leyendo a Padura por primera vez. Los amaneceres eran la algarabía de los niños del círculo infantil que daba a la ventana del cuarto grande. Por esa época, también comencé a escuchar a Fito Páez. Rone me regaló su Mariposa technicolor.
Rone es un artista. Es músico, poeta y loco. Un enamorado de la vida, un soñador. Un amigo. Verlo crecer, saberlo grande y cercano, me llena de un orgullo particular.
Mientras preparaba esta entrevista supe que le había puesto voz al cangrejo Sebastián en la versión en castellano del live action de La Sirenita que se estrenó el pasado 26 de mayo en salas de cine de Estados Unidos. ¡El cangrejo Sebastián! El mismo que Rone interpretaba de manera jocosa en los tabloncillos de la ENA, y al que ahora le daba vida de manera profesional. Creo que todavía no he podido recuperarme de la emoción. La voz de Rone, como Sebastián interpretando Bajo del Mar con su sabor cubano (¡Agua!), me acompaña en mis horas de tráfico por todo Miami.
Esta entrevista comienza de una manera diferente:
―Fantito, dime algo de esta talla… Todavía no lo puedo creer. ¿Cómo llegaste a La Sirenita, mijo?
―Una amiga me llamó y me dijo que de seguro me llamaban de Doblaje, que estaban buscando voces nuevas. Pasó un mes y me llamaron al casting. Era un casting de canto por un lado con un director, y un casting de interpretación con otro. Me pilló super desprevenido. Fue entrar [a la cabina], ver una pantalla donde aparecía el Cangrejo Sebastián, y que el director me dijera: “Esto es el casting de La Sirenita”. Me puse los casos, y empecé a buscar.
―¿Tú habías hecho doblaje en Cuba?
―Yo en Cuba nunca había realizado doblaje. Mi madre sí hacía mucho doblaje y a mí me parecía muy interesante.
―¿Qué aprendió Rone interpretando al Cangrejo Sebastián?
―Primero que todo aprendí a doblar [Risas]. Aprendí que el mundo del doblaje es muy difícil, que hay que ser muy preciso, muy concreto. Y aprendí que hay que tener mucha paciencia, que las cosas no salen de una; sobre todo en las canciones. Hay que ser muy certero. Aprendí aún más de la constancia que hay que tener en las cosas para que se logren.
Pero fue un proceso divertido, un proceso de también descubrirme yo en el personaje, porque mucha gente, incluido tú, me ha recordado que yo imitaba a Sebastián, pero en algún momento hay que encontrar un camino. Cuando hice el casting yo comencé hablando como Rone. La voz del personaje tuve que encontrarla, y darle color a todo eso. En las canciones tuve que apegarme a lo que había hecho el actor original. En fin… un proceso.
―Ahora sí… ¿Quién es Rone Luis Reinoso?
―Pues un actor al cual le apasiona su profesión. Me cuesta mucho trabajo pensarme fuera de la actuación (aunque lo he estado). También alguien a quien le apasiona hacer música y escribir canciones; cantar es otra de las cosas que me hace sentir pleno y feliz.
―El público cubano recuerda tu actuación en la serie Zoológico, donde interpretabas a Osmel, un personaje que tenía un conflicto muy interesante con su madre. ¿Cómo llegaste a la serie?
―Llegué a la serie porque me llamó su director, Richard Abella, para hacer el casting. Es uno de los trabajos en Cuba qué más he disfrutado. El personaje venía del extranjero para pedirle a su madre que lo dejara irse definitivamente con su padre.
―El personaje de la mamá de Osmel lo interpretaba Aimeé Despaigne, quien es tu mamá (y un poquito también la mía) en la vida real. ¿Cómo fue el proceso de trabajar con tu mamá? ¿Alguna anécdota en particular del proceso?
―Trabajar con mi madre fue un sueño porque la admiro muchísimo y fue una oportunidad única. Una cosa curiosa era que cuando grabábamos, aunque somos madre e hijo, yo veía a la actriz que admiraba todo el tiempo y tenía que repetirme: “Cálmate, es mamá.” En una escena ella tenía que darme una bofetada y estábamos ambos muy nerviosos; lo planificamos todo pero a la hora de grabar me bajó una galleta que picó durante un rato y todo el mundo en el rodaje reía y decía que me estaba dando por todo lo malo que había hecho de niño, ja ja ja.
―Actualmente vives en España… ¿Qué fue lo que te motivó a salir de Cuba? ¿Y por qué a España?
―Mi motivo creo que no difiere del de muchos cubanos: salir a buscar una vida mejor en todos los sentidos.
―Ya has tenido importantes oportunidades profesionales en España, como es el caso de Tina el Musical, basado en la vida de la cantante Tina Turner, donde interpretaste a Ike Turner. ¿Cómo llegó a ti ese trabajo y qué significó para ti como actor?
―Es muy curiosa la forma en que llegó el proyecto a mí porque yo estaba cantando en una jam sessions (un poco perjudicado, la verdad) y, al bajarme del escenario, vino a mí un productor para comentarme del proyecto. Pero yo no estuve muy atento. Al otro día me llamó y me lo explicó todo mejor y yo no podía creerlo. A partir de ahí empezó todo un proceso de preparación y casting hasta que al final me dieron el personaje.
―¿Cómo ha sido tu experiencia de trabajo como actor en otro país? ¿Qué es lo que más te ha golpeado siendo un actor cubano en España?
―En un principio tuve diferentes trabajos hasta que apareció el musical de Tina, y ya estando en el musical me sentí que estaba en mi lugar, que mi trabajo era realmente recompensado. Eso te da una estabilidad momentánea en muchos sentidos, pero cuando todo acaba tienes que buscar la manera de seguir dentro del “mundillo” haciendo castings, cursos, etc., o buscarte la vida de otra manera. Creo que eso es lo que te golpea, seas cubano o no: la inestabilidad de nuestra profesión.
―¿Qué es lo que más y lo que menos extrañas de Cuba?
―De Cuba extraño a mi madre y a los pocos amigos que quedan allí, nada más.
―Rone, las redes sociales han jugado un papel muy importante en la Cuba de los últimos años. ¿Cómo te relacionas tú como actor con las redes sociales?
―No suelo entrar en debates en ninguna red social; creo que para Cuba es importante que cada vez más el mundo sepa qué ocurre allí y al revés también. Antes teníamos mucha menos idea de nuestra realidad y de la ajena, porque solo teníamos una visión manipulada de casi todo tipo de acontecimientos.
―¿A qué dedica Rone su tiempo actualmente? ¿Dónde estás trabajando?
―Ahora mismo me encuentro ya a punto de empezar a ensayar otro musical que se estrenará en octubre. Mientras tanto, voy terminando algunos proyectos ―los cuales no puedo especificar― y haciendo música.
―¿Hay algún proyecto futuro del que puedas comentarnos algo?
―Uno de ellos es La Celestina de Carlos Díaz, que pronto empezaremos a ensayar aquí en Madrid y estrenaremos en el Festival de Teatro Clásico en Alcalá de Henares.
―Las nueve preguntas personales de Hansel:
Una película: Amistades peligrosas.
Una canción: Al lado del camino.
Un libro: El amor en los tiempos del cólera.
Una ciudad: Entre La Habana y Madrid.
Un olor: Libro nuevo.
Un sabor: Fresa.
Una persona: Mamá.
Una red social: Instagram.
Un sueño: Cine, mucho cine.
―Un mensaje a los cubanos de la Isla:
Libertad, libertad, libertad.