Ilustración: Alejandro Cañer
MIAMI. – A sus 50 años, Yaquelín Castillo García continúa en una celda en la prisión de mujeres conocida como El Guatao. Allí, donde permanece desde hace 18 meses, la comenzaron a llamar ‘‘la madrina” porque es “una persona muy religiosa, espiritual”, que según su excompañera de celda Daniela Rojo, contaba historias de misas, de muertos, de Yemayá, de brujas, y consolaba a quien explotaba en llanto y ayudaba a conciliar cualquier conflicto. Su hijo Reinier Leme, bailarín profesional residente en Copenhague, Dinamarca, denunció para este reportaje: “A mi mamá la tienen presa y está enferma”.
En un post de Facebook, Leme estableció un contraste entre Fidel Castro y su madre. El primero, dijo, asaltó un cuartel militar [el Moncada] en la ciudad de Santiago de Cuba, el 26 julio de 1953 bajo el Gobierno de Batista y cumplió dos años de privación de libertad. En cambio, su madre, Yaquelín Castillo García, “ciudadana cubana madre de tres hijos, ama de casa, 50 años de edad, negra y de clase social pobre, por participar en una manifestación pacíficamente el 11J del 2021 en el reparto La Güinera del municipio Arroyo Naranjo, fue condenada sin pruebas, sin derecho a defensa, a 11 años de privación de libertad” y se encuentra en la prisión de mujeres El Guatao.
Publicación de Reinier Leme en Facebook
Yaquelín, según su perfil en Facebook, era lavandera en el Hospital Materno Infantil “Ángel Arturo Aballí” desde el 11 de mayo de 2021. Su último post es del 11 de julio de 2021, día que actualizó su foto de perfil con un marco de SOS Cuba. Yaquelín, religiosa cubana y con todas las características demográficas que su hijo describe, vivía desde hace mucho tiempo en estado de emergencia, de SOS, con su hijo más pequeño a su cargo y el mediano en la cárcel, también bajo su dependencia.
Yaquelín es una de tantas personas privadas de libertad por motivos políticos en Cuba, país cuyas cárceles, como destacó en carta al papa Franciso la Asamblea de la Resistencia Cubana, están llenas de hombres y mujeres de fe: “Libertad, esto pedimos para nuestros presos políticos, para nuestra juventud encarcelada”, se lee en la misiva fechada a finales del año pasado. “Sepa usted, Santo Padre, que en las cárceles cubanas hay en estos momentos hombres y mujeres de fe, quienes —como los que fueron asesinados ante el paredón de fusilamiento por la dictadura gritando ‘¡Viva Cuba Libre! ¡Viva Cristo Rey!’— necesitan palabras de aliento de su Iglesia para resistir una terrible injusticia”.
Yaquelín se aferra a sus santos como en el pasado lo hicieron sus ancestras, a pesar de los dictámenes del colonialismo y la religión hegemónica, que resultaron en un sincretismo asimilado como forma de supervivencia de los cultos considerados periféricos.
Las cartas en busca de intercesión por los presos políticos en Cuba están dirigidas al papa como figura principal en la jerarquía religiosa que, a la larga, invisibiliza cualquier gestión de los movimientos religiosos periféricos y pobres de representación.
“La Iglesia Católica en Cuba desde un comienzo desamparó espiritualmente a los negros. Razón por la cual pudieron ‘mantener’ las bases espirituales de sus culturas en Cuba”, consideró para este reportaje el rapero afrodescendiente Elier A. Álvarez, alias El Brujo. “Eso desde aquella época hasta la actualidad ha tenido tantos y tantos matices que el resumen sería que ellos, con todo el daño que le han hecho a las personas negras en Cuba, deben darse la oportunidad de mediar en función de expurgar un poco todo el mal que han hecho”.
Álvarez cree que, probablemente, en la Isla se asume que la Santa Sede puede interceder por todos los grupos religiosos. En realidad, nunca se ha dado a entender lo contrario. “Realmente la Iglesia Católica puede representar a los religiosos practicantes de las religiones afrocubanas desde la mediación precisamente porque los religiosos afro incluyen en sus prácticas a la Iglesia como parte de su ritual al momento de iniciarse en Ocha y sobre todo porque ser mediador implica tener la capacidad de solucionar asuntos que por su naturaleza requieren de la intervención de un tercero neutral. Agrega a ello la misión de la Iglesia de acoger a quien le busque desde el amparo”, dijo la jurista Deyni Abreu para este reportaje.
Refiriéndose a los religiosos que se encuentran privados de libertad, la abogada aclaró que estos “no cuentan con representación institucional más allá de las estructuradas desde el mismo sistema penal y que responden a un organigrama de la Fiscalía. En materia de prácticas religiosas, los sancionados no tienen posibilidad de acompañamiento, tanto menos cuando la mayoría resultan a modo de sanción accesoria, privados de sus derechos civiles”.
El cardenal Beniamino Stella, de 82 años, con amplia trayectoria en diplomacia y doctorado en Derecho Internacional emitió las más sólidas declaraciones públicas del Vaticano en torno a la mediación de la Iglesia Católica a favor de los manifestantes del 11J presos en Cuba y pidió clemencia o amnistía para estos, con independencia del credo.
“El papa desea mucho que haya una respuesta positiva, como se llame”, pues las palabras “pueden ser secundarias”, dijo Stella a la prensa, al término de la ceremonia por el 25 aniversario de la histórica visita apostólica a la Isla realizada por Juan Pablo II en 1998, cuando el régimen cubano decretó la amnistía de unos 200 presos.
No se supone que a nadie le pidan credenciales de su fe para un proceso de excarcelación. En términos de clemencia, el régimen totalitario cubano no ha demostrado ser más clemente con los religiosos, ni siquiera con aquellos “plantados” de los primeros años de la Revolución cuyas palabras antes de ser fusilados eran ‘¡Viva Cuba Libre! ¡Viva Cristo Rey!’. Para las personas negras, marginadas, empobrecidas y practicantes de religiones no hegemónicas la clemencia tampoco ha sido una realidad.
Ante la pregunta de si es el sistema penal igual de clemente con todos los presos, con independencia de sus prácticas religiosas y sus características raciales, Abreu destacó que, como parte del sistema que regula las cárceles, hay un Reglamento de Prisiones que incide en las normas establecidas en las penitenciarías y que “a nivel gubernamental existe un derecho de igualdad, mas lo cierto es que una vez recluidos confluyen muchos elementos que no guardan relación con la clemencia ni con las prácticas santorales del obligado a disciplinarse ante la comisión de un ilícito penal”.
La jurista también enfatizó que desde su percepción “esto no guarda relación con la composición racial, sino con las mismas dinámicas que se generan al interior de un penal”.
Según el subregistro de Justicia 11J, grupo de trabajo sobre detenciones por motivos políticos en Cuba, de los 1540 manifestantes que han sido detenidos en el país por las manifestaciones del 11 y 12 de julio de 2021, 436 son personas negras y mestizas y 579 son blancas. De otras 525 se desconoce el color de la piel. Aunque predominan las personas blancas, es mayor el porcentaje de encarcelación de personas negras. Mientras se ha excarcelado a 340 personas blancas, solo se han liberado 200 hombres y mujeres negros.
Asimismo, hay casos atravesados por la interseccionalidad que dejan a las personas en mayor situación de vulnerabilidad y riesgo, de acuerdo con el subregistro de Justicia 11J, que acumula al menos 1812 nombres y datos de personas que han sido detenidas por protestas a lo largo del país durante el último año y medio (1540 en el contexto del 11J, 103 en el contexto del 15N, 197 en las protestas de 2022). Al menos 768 permanecen en detención y, según la organización, que documenta vulnerabilidades de los manifestantes ante el régimen, entre ellas las asociadas al activismo y las prácticas religiosas, al menos 17 personas religiosas han estado detenidas por protestas. Estas cinco continúan privadas de libertad:
Donaida Pérez Paseiros (50, N-M) Asociación de Yorubas Libres
Lisdani Rodríguez Isaac (22, M) Asociación de Yorubas Libres
Lisdiany Rodríguez Isaac (22, M) Asociación de Yorubas Libres
Lorenzo Rosales Fajardo (49, B) Iglesia Protestante
Loreto Hernández García (50, N-M) Asociación de Yorubas Libres
Estos son apenas cinco casos en que se conoce de manera pública la pertenencia de estas personas a organizaciones religiosas en relación, fundamentalmente, con su activismo. En cuatro de ellos, se trata de personas racializadas. Solo uno de ellos es de piel blanca y practicante de culto cristiano.
Asimetrías, de la religión al entramado social
En el texto “Los Yunior Iré, los Maykel Osorbo”, el cineasta Carlos Lechuga aborda las asimetrías al interior de la oposición cubana de acuerdo con la estructura clasista adquirida por esta sociedad. “¿Por qué hablan [los padres pijos] de Yunior?”, se pregunta Lechuga, y responde: “Porque de Yunior se puede hablar. Yunior tiene una buena presencia. Es blanquito. Se pone unas camisas que están chulas. Y lo más importante: Yunior habla como nosotros. Yunior habla como un ‘cuadro revolucionario’ que abandonó el cielo y cayó del lado de los malos. Del que no se habla, el que es mejor ni recordar, al que han tratado de borrar de la faz de la tierra, es Maykel Osorbo. Desde que Maykel está preso hay mucha gente tranquila (…). Hay mucha gente, que se cree que tiene un corazón de oro, que se siente más tranquila con Maykel preso. No sé bien por qué. Quizá es porque El Osorbo es oscurito de piel. Quizá es porque El Osorbo habla así como directo. Feo. Quizá es porque el Osorbo le llega a ‘ese’ tipo de pueblo que no viene mucho por H y 21 o por Quinta Avenida (…). El Osorbo les llega a todos esos negros de Habana Vieja y Centro Habana. El Osorbo habla el idioma, defiende y representa a todas esas personas que pasan más trabajo por poner un plato sobre la mesa”.
— Carlos Lechuga Cuba (@CubaLechuga) November 19, 2021
Maykel Osorbo —analiza— nació del pueblo, es el pueblo y defiende el barrio; y “nosotros los revolucionarios no podemos permitir que todos esos negros pobres sin modales se queden con nuestras casas de la FMC, las casas de ‘visita’”. Lleva más lejos el sarcasmo cuando escribe: “Nosotros los revolucionarios al final hicimos la Revolución para ellos. Pero una cosa es una Revolución ‘con todos y para el bien de todos’, y otra cosa es que la pantrista se quiera sentar en el buró del presidente del instituto”. Luego remata con el paralelismo de que Yunior es a Martí lo que Maykel a Maceo. “Desde los tiempos de atrás, los negros han estado osorbo, arrastrando todos los males. Nosotros, los más claritos de piel, llevamos la buena suerte, lo que llaman el iré”.
De hecho, en tanto Yunior García planificó una salida apresurada de Cuba a España, donde ha permanecido desde noviembre de 2021, Maykel Osorbo ha estado en la cárcel de máxima seguridad de Kilo 8, en Pinar del Río, condenado a nueve años de privación de libertad.
Nacido en La Habana en 1983, Osorbo, que creció sin padres en un barrio pobre de la capital, solo llegó al cuarto grado en la escuela y pasó por centros de reeducación de menores, ha devenido referente de la música contestataria y de la oposición al gobierno, pero también símbolo de como trata el régimen a los disidentes negros, pobres y de nivel bajo de escolaridad.
Así como trata a Osorbo, ha tratado al afrodescendiente Ángel Rolando Castillo Sánchez, padre del preso del 11J Rowland Castillo Castro e integrante de la Sociedad Abakuá. “A la juventud cubana no la están matando a balazos, pero la están matando con condenas”, dijo un mes antes de ser arrestado y llevado al centro de procesamiento penal de Calabazar, conocido como el Vivac, donde luego habría entrado en huelga de hambre por la situación de cárcel de jóvenes como su hijo, también racializado.
Por otro lado, el preso político y activista del Movimiento de Opositores por una Nueva República (MONR) Manuel Santana Vega es un joven de piel blanca, miembro de la hermandad Abakuá. Su madre, Tamara Vega Cardoso, dijo a CubaNet que en 2021 “los oficiales golpearon a Toni (Alberto Salazar Deulofeo, preso político) y a Manolo”.
Los abakuá que están presos “se metieron e hicieron una cadeneta de brazos gritando ‘Patria y Vida’. Me dijeron que estaban en la mazmorra y que no tienen ni colchón ni cobija ni aseo personal”, explicó Vega Cardoso, quien pide justicia para su hijo y “sus compatriotas”, que “necesitan el apoyo del pueblo, de sus ekobios y de los demás movimientos”, añadió.
La Justicia
La posición del ministro de Justicia de Cuba, Oscar Silvera, no parecía la de alguien dispuesto a negociar. El 18 de enero de 2023, en reunión con embajadores de la Unión Europea sobre las condenas a los manifestantes del 11J, mientras la parte europea planteó la necesidad de un indulto, Silvera declaró que no existía posibilidad legal para que ocurriese una amnistía.
Aunque ambos términos hacen referencia a medidas de gracia que eximen de una pena, las diferencias entre ellos como figuras jurídicas son marcadas.
Según el Diccionario panhispánico del español jurídico, de la Real Academia Española (RAE), el indulto, en Derecho Penal, es una medida de gracia por la que se dispone la remisión de todas o de alguna de las penas impuestas al condenado por sentencia judicial firme. En cambio, la amnistía se define como forma de ejercicio del derecho de gracia que corresponde a los poderes públicos. “A diferencia del indulto”, apuntan desde la RAE, “que se basa en razones de equidad y se concede individualmente, la amnistía tiene naturaleza colectiva y se ordena normalmente por razones de orden político de carácter extraordinario como el término de una guerra civil o un período de excepción”.
La principal diferencia, entonces, radica en que el indulto es un mecanismo para perdonar la pena a personas que han sido condenadas, mientras que la amnistía es una medida de gracia que perdona el delito, haya o no una sentencia o condena.
No obstante, el cardenal Beniamino Stella aseguró que “el papa desea mucho que haya una respuesta positiva, como se llame, amnistía, clemencia”, pues las palabras “pueden ser secundarias”.
Para organizaciones como Justicia 11J y Cubalex, puesto que ningún ciudadano debe ser privado de su libertad por ejercer su derecho a expresarse y manifestarse, la excarcelación de los manifestantes debería ser inmediata.
En una carta, junto a otras organizaciones firmantes que han acompañado a las víctimas de represión del Estado cubano, incluidas las apresadas a raíz de las protestas de los últimos dos años, ambas ONG destacaron: “Recibimos con esperanza la idea de que sean excarceladas, bajo cualquiera de las formas posibles. A la vez, alertamos que las causas de este malestar ciudadano, así como de su represión ―reforzada por el nuevo Código Penal― se mantienen vigentes. La espiral de violencia, resistencia y castigo no cesará hasta que rija en Cuba un Estado democrático de derecho, con pleno respeto a los derechos humanos. La búsqueda de esa Justicia, en el presente y el futuro, nos convoca y reúne”.
A cambio de qué
En momentos previos, la mediación (de tipo religiosa o no) por los presos (políticos y comunes) ha surtido efecto en Cuba, aunque el régimen ha usado a los prisioneros como monedas de cambio. En 1978 el castrismo anunció que procedería a la excarcelación mediante indulto de 3000 reclusos sancionados por delitos cometidos contra la Seguridad del Estado y la integridad del país, y de 600 reclusos sancionados por violaciones de las disposiciones legales sobre emigración. La justificación que dio el régimen para acometer este acto fue que iba en la línea de la política que iba desarrollando hace años “para solucionar la situación personal, social y familiar de numerosas personas que fueron arrastradas a la contrarrevolución por los gobiernos de Estados Unidos”.
1) El 27 de diciembre de 1978 llegó a Caracas un grupo de 100 presos políticos que eran parte de los 3 mil a los que Fidel Castro había autorizado a salir del país, luego de negociaciones con 75 exiliados cubanos.
Vía: @AP_Archive pic.twitter.com/Cn0VS8194b— Norges Rodríguez (@norges14) May 14, 2022
En 2010 fueron excarcelados y enviados al exilio gran parte de los detenidos de la llamada Primavera Negra de 2003, fecha desde la cual la Iglesia y la Unión Europea se posicionaron a favor de la excarcelación. En 2012, fueron liberadas en Cuba 2900 personas por la visita del papa Benedicto XVI. Poco más adelante, en 2015, la mediación religiosa en el país tuvo otro hito cuando, por la visita de Francisco, 3500 personas fueron excarceladas.
En enero de ese mismo año, había trascendido en medios la liberación y excarcelación de 53 presos políticos (obligados a exiliarse para evitar la represión de la policía política).
El exilio forzado de las personas condenadas durante la Primavera Negra coincide con negociaciones para modificar la llamada “posición común” de la Unión Europea hacia Cuba y abrir el camino al Acuerdo de Diálogo Político; mientras que las excarcelaciones de 2015 fueron el trasfondo del restablecimiento de relaciones entre Cuba y Estados Unidos.
Varios factores podrían incidir ahora en una negociación para “mejorar la situación de derechos humanos”. No hay que olvidar el historial de impagos del régimen que ha tenido su punto más tenso recientemente con el juicio en Londres por demanda del CRF, más la exposición pública de sus negocios, muchos de ellos opacos y vinculados a empresas offshore, según rastreos.
Asimismo, recientemente se determinó la permanencia de Cuba, por otro periodo, en la lista de países patrocinadores del terrorismo. En enero de 2021, solo 10 días antes de la toma de posesión del presidente Joe Biden, Cuba regresó a la lista en la que estuvo entre 1982 y 2015. En ella figuran además Corea del Norte, Irán y Siria, todos considerados por Estados Unidos países patrocinadores del terrorismo, y a los que se les prohíbe exportar o vender armamento, al tiempo que algunas exportaciones que mejorarían sus capacidades militares son controladas. La principal razón que argumentó EE. UU. en 2021 para la reinserción de Cuba en la lista fue la siguiente: “El Departamento de Estado ha designado a Cuba como Estado patrocinador del terrorismo por brindar reiteradamente apoyo a actos de terrorismo internacional al ofrecer un refugio seguro a terroristas”.
EE. UU. esgrimió, además, que la designación sujeta a Cuba a sanciones que penalizan a las personas y países que entablen cierto tipo de trato comercial con la Isla, limita la asistencia exterior de EE. UU., prohíbe exportaciones y ventas en el área de defensa y establece determinados controles a las exportaciones de artículos de doble uso.
En ese sentido, en la declaración se enfatizó que EE. UU. seguiría apoyando al pueblo cubano en su aspiración de lograr un gobierno democrático y el respeto de los derechos humanos, incluidas las libertades de religión, expresión y asociación. “Hasta tanto se respeten estos derechos y libertades, seguiremos exigiendo que el régimen rinda cuentas”, publicó el Departamento de Estado.
La reiteración en 2023 de Cuba como país patrocinador del terrorismo refleja la petición del prisionero político y sacerdote yoruba Loreto Hernández García, quien en una carta a Joe Biden solicitó que se mantenga a Cuba en ese listado debido a que, según explica Jorge Luis García Pérez, “Antúnez”, hermano de Hernández García, “las causas por las que Cuba fue incluida en la lista de países patrocinadores del terrorismo se mantienen”.
Desde la prisión de mayor rigor de Santa Clara, Villa Clara, conocida como Guamajal, Loreto indica que el régimen cubano ha dado y da elementos suficientes como para permanecer en esa lista negra. “Loreto Hernández García [miembro de la Asociación de Yorubas Libres, que se independizó de la oficialista Asociación Yoruba] fue condenado a siete años de privación de libertad, y su esposa, Donaida Pérez Paseiro, a ocho, por las protestas del 11 de julio, y desde su ingreso a prisión él ha sido víctima de un sinnúmero de atropellos, golpizas, negativas de aceptación médica por su posición como preso político”, concluyó Antúnez.
Aunque las madres y familiares de manifestantes han puesto su fe en la mediación religiosa, otros que han vivido el hostigamiento y la violencia estatal redoblada contra los “Osorbo”, la miran con recelo y desconfianza.
Cifrar las esperanzas en el sistema de la jerarquía católica, históricamente signada por la blanquitud, no es garantía de nada, pero ofrece un marco de fe al que incluso se pliegan los presos y presas. Once firmantes de una carta dirigida al Vaticano, presas por ejercer derechos humanos y libertades fundamentales, suscriben con una huella dactilar impresa en sangre que apoyan y esperan la mediación de la Iglesia para que les sea rehabilitada su libertad. Ellas son: Rosa Jeny Mello Espinosa, Angélica Garrido Rodríguez, Maria Cristina Garrido Rodríguez, Yunaiki Linares Rodríguez, Gloria M. López, Mailene Noguera Santiesteban, Lizandra Góngora Espinosa, Yessica Cohimbra Noriega, Odett Hernández Cruzata y Mariurka Díaz Calvo.
El manuscrito fue concebido y redactado de forma clandestina en la Prisión de Mujeres de Occidente, conocida como El Guatao, en La Habana. Lo divulgó la periodista independiente Mónica Baró en su página de Facebook. “La sangre simboliza nuestro sacrificio y entrega a la causa cubana, y la firmeza de nuestros ideales”, escribieron.
“Exigimos al régimen de La Habana que respete y cumpla lo dispuesto por el máximo pontífice de la Iglesia Católica, el papa Francisco, quien a través de su emisario envió su deseo y ordenanza para nuestra liberación”, se lee en el documento.
A dos meses de la visita de Stella a Cuba, no se ha visto ningún avance en esta gestión mediadora. Ni para católicos, ni para protestantes, ni para semitas, ni para Testigos de Jehová ni para santeros ni abakuás. ¿Fallará o será exitosa por igual para los Iré y los Osorbo? Este reportaje no tiene la respuesta. Pero todavía queda en la memoria aquel episodio trágico de los negros abakuás que, en defensa de los ocho estudiantes de Medicina (blancos, ricos, castos, puros y reivindicados por la Historia de Cuba), perdieron la vida sin penas ni glorias.