Ilustración: Julio Llopiz-Casal
El último informe de Meta ha llamado la atención de una parte de los actores y medios de propaganda del Gobierno cubano. Publicaciones en redes sociales, textos de opinión y hasta una emisión entera del programa televisivo “Mesa Redonda” han sido dedicados al documento publicado por la empresa dueña de Facebook, WhatsApp e Instagram el 23 de febrero.
En el Reporte de Amenazas Adversarias se conoció del desmantelamiento de una red vinculada al Gobierno cubano que presentaba comportamiento inauténtico coordinado (CIB, por sus siglas en inglés). El trabajo de esta red estaba dirigido a audiencias locales en la Isla y a la diáspora cubana en el extranjero.
En total, el equipo de Meta eliminó 363 cuentas de Facebook, 270 páginas, 229 grupos y 72 cuentas de Instagram por violar las políticas contra el comportamiento inauténtico coordinado. Las personas detrás de esta red, revela el documento, pagaron “alrededor de 100 dólares en inversión publicitaria” para potenciar contenidos progobierno en los servicios donde operaban (Facebook, YouTube, Twitter, Telegram, etc.).
Entre “condenas enérgicas” y desinformación: respuesta estatal al informe de Meta
Al igual que hacían en los grupos y páginas de Facebook, los partidarios del régimen cubano respondieron coordinadamente al informe de Meta, al menos en apariencia.
Bruno Rodríguez Parrilla, canciller del Gobierno, escribió en Twitter: “Denunciamos la manipulación y doble rasero con que operan consorcios transnacionales de la (des)información vs. Cuba”. El funcionario argumentó que el trabajo de Meta era un intento de “censurar” la voz de su gobierno e “invisibilizar la verdad”, y que el propio comportamiento de Meta era “parcializado”.
El canciller también mencionó que la justificación del pago por publicidad era irrisoria, pero no mencionó las demás evidencias presentadas por Meta en el documento.
Los tuits de Rodríguez Parrilla fueron replicados por simpatizantes del Gobierno y versionados por, entre otras, la cuenta en Twitter del Ministerio del Interior (MININT). Esta cuenta hizo énfasis en los tuits de Rodríguez Parrilla que señalaban la relación previa de uno de los encargados de las políticas de seguridad de Meta con un senador republicano “anticubano”.
El senador en cuestión, Marco Rubio, respondió directamente a Rodríguez Parrilla. “No un senador republicano anticubano. Senador republicano anti-tirano”, escribió.
Miguel Díaz-Canel, presidente designado del Gobierno, se sumó a la narrativa oficial. “Nuestro rechazo ante nueva hipocresía y actuar cómplice de estas corporaciones con una trayectoria conocida de operaciones de desinformación y desestabilización en plataformas digitales contra Cuba”, dijo sin nombrar las operaciones a las que se refería.
La respuesta estatal al reporte llegó también a los medios controlados por el Gobierno. Randy Alonso, director de la web oficialista Cubadebate, publicó el 25 de febrero un artículo de opinión en el que aseguraba que no se habían dado explicaciones plausibles para el borrado de las cuentas. El título del artículo insinuaba, además, que tanto Meta como Mark Zuckerberg, cofundador de Facebook y accionista mayoritario de esta empresa, tenía vínculos con la CIA.
Una operación preocupante
De acuerdo con el reporte, la red cubana tenía dos objetivos: el primero, crear la percepción de apoyo masivo al Gobierno en plataformas de internet; el segundo, crear perfiles ficticios para criticar a opositores del régimen y reportarlos en masa para invalidar su capacidad de expresión en redes sociales. Algunos de los memes creados por esta red se referían a los opositores como “gusanos”, discurso de odio que popularizó Fidel Castro tras su llegada al poder.
“Las personas detrás de esta actividad basaron su actividad en cuentas falsas que administraban páginas y grupos para publicar y amplificar contenido, comentar en las publicaciones de otras personas y llevar tráfico a sitios web fuera de la plataforma. Algunas de estas cuentas usaron fotos de perfil probablemente generadas con técnicas de inteligencia artificial”, indica el reporte.
Este tipo de operación local, dice Meta, es “particularmente preocupante” porque combina técnicas engañosas con el poder de acción real de un Estado. La red eliminada seguía esta tendencia y aunque sus miembros trataron de ocultar sus vínculos con el poder, estos fueron descubiertos por los encargados de seguridad de Meta.
No solo en Cuba fueron removidas redes de esta naturaleza: Bolivia y Serbia también sufrieron las consecuencias por su “comportamiento inauténtico coordinado”.
Propaganda penalizada
Esta no es la primera noticia de penalizaciones por parte de Meta a perfiles que difunden propaganda gubernamental en internet. En octubre pasado, Facebook removió los perfiles del exagente de la Seguridad del Estado Raúl Capote y del grupo DeZurdaTeam.
DeZurdaTeam trató de regresar a la red y creó un nuevo grupo, llamado Yo Soy DeZurdaTeam. Este espacio tuvo una vida corta: fue suspendido 19 horas después de su reapertura.
Pero estos no fueron los únicos perfiles borrados. El medio independiente Proyecto Inventario contabilizó, al menos, 37 cuentas inhabilitadas en Facebook, lo que podría indicar una acción de borrado aún mayor, como la que dio a conocer recientemente el informe de Meta.
Coincidentemente, por esas fechas Twitter empezó a etiquetar como “afiliados al Gobierno” a varios de los medios de prensa que controla el Estado (en este caso cubano) y que responden a intereses y organizaciones partidistas, una práctica que comenzó en Estados Unidos en 2018. Según las políticas de Twitter, se considera que un medio está afiliado a un gobierno cuando este último “ejerce control sobre el contenido editorial mediante recursos financieros, presiones políticas directas o indirectas o el control sobre la producción y distribución”
La última versión del Proyecto de Ley de Comunicación Social, que publicó el Parlamento Cubano en enero de 2023, confirma esta noción. La libertad de expresión de las personas a través de los medios cubanos está regulada, “conforme a los fines de la sociedad y el Estado socialista”.
En agosto de 2020, Twitter eliminó 526 cuentas administradas por organizaciones vinculadas al Gobierno cubano, específicamente la Unión de Jóvenes Comunistas (UJC) y la Federación Estudiantil Universitaria (FEU). Una investigación interna de la compañía demostró que esos perfiles estaban asociados a otros que divulgaban noticias falsas.
Un estudio del Observatorio de Internet de la Universidad de Stanford (realizado en 2020) descubrió en esos perfiles prácticas similares a las sancionadas por Meta hace solo unos meses.
“Las cuentas en general tuitearon contenido de apoyo al presidente Miguel Díaz-Canel y a los expresidentes Fidel y Raúl Castro. Las descripciones de los perfiles compartían mensajes patrióticos, con muchos usuarios identificándose como ‘juventud revolucionaria’, ‘100% cubano’ o ‘fiel seguidor de Fidel/Martí/Che’”.
Los informes periódicos que realiza YucaByte sobre el estado de los derechos digitales en Cuba también reafirman las conclusiones del reporte relacionadas con los ataques y críticas a opositores. Solo en 2022, el subregistro de vulneraciones digitales de este medio contabilizó hasta 37 denuncias asociadas con el ciberacoso.
Se trata de intimidaciones o amenazas, tanto por mensajes internos como públicos, o en reportes masivos coordinados, práctica esta última que Meta reconoce como abusiva y como una de las causas fundamentales que llevó al desmantelamiento de esta red al servicio del régimen.