Ilustración: Julio Llópiz-Casal
Los momentos de vanguardia en el campo creativo suelen venir acompañados de una nueva posibilidad técnica o tecnológica al alcance de la mano de los usuarios. Una de esas nuevas posibilidades, en los tiempos que corren, es la calidad de generación y edición de contenidos que permiten los teléfonos inteligentes y otros dispositivos semejantes.
Yandi Ali (Alamar, La Habana, 1995) es un generador de contenido muy dinámico. Un creador digital bien constante, que postea para su audiencia con sistematicidad. Lleva tres cuentas (@aliasmionda, @aesthetic_kyuban y @asterisco_69). Entre ellas, Aesthetic Kyuban llama la atención por lo homogéneo del feed, en que aparece repetido un logo que pone en blanco sobre un asterisco rojo AK. Cada publicación contiene un video en que pueden verse subtitulados audios de WhatsApp, de los más casuales y cómicos, acompañados de escenas aleatorias de películas anime. Pude conversar con él a propósito de su trabajo en redes sociales. En esta entrevista, Yandi también habla sobre su audiencia, sus influencias y su estilo.
―En principio no es fácil encontrar una relación entre los audios de WhatsApp, que son tan de la calle y tan cubanos, y esos planos de películas anime. ¿Cómo se te ocurrió combinar esas dos cosas?
―Bueno, la idea central es que el contenido es shitposting [contenido basura]. Nada tiene que ver con nada… todo es absurdo, pero a la vez hay una relación pequeña entre todo. Dicha relación es que va dirigido a un público mayormente joven y consumidor de anime; un público joven en etapa de rebeldía, de transformación interna si se puede decir.
―Es verdad. En la adolescencia, que es un momento de rebeldía, como dices, las combinaciones sin aparente relación son verdadera tela por donde cortar… ¿Te parece que el público joven cubano tiene algo particular respecto a otros públicos jóvenes de otros lugares?
―Pues sí. El joven cubano es ligeramente distinto. Están constantemente aprendiendo de todo esto nuevo del internet y las redes sociales. No como los jóvenes de otros países que para ellos esa posibilidad tecnológica es algo totalmente común. Pero también los jóvenes aquí en Cuba ya prácticamente están al mismo nivel. Crean tendencias, se informan sobre todo y desarrollan sus propios entornos en la web. Aesthetic Kyuban, por ejemplo, es un contenido único, 100% cubano; nadie de otros países entendería muchos de esos audios. Esa es la particularidad de la cuenta.
―Cuando yo era más joven, estaba muy delimitado lo que era ser miki, ser repa, ser friki, ser rapero… Ahora me parece que esas fronteras son menos estrictas. Me parece que ya no tiene mucho sentido hablar de mikis, repas… ¿Qué pudieras decirme sobre esto?
―Bueno, en mi tiempo igual. Pero era más una cuestión de gusto musical. Ahora es más una cuestión de carácter. Supuestamente, los mikis son las personas más tranquilas, mientras que los repas son personas un poco más revoltosas. Las fronteras desaparecieron porque la música urbana cubana es una sola: el reguetón de los barrios, reguetón que de cierta forma tiene un estilo propio del país. Hoy día todos escuchamos esa música, la bailamos, etc. En cuanto a la delimitación es más bien un carácter social, como lo hay en todos los países. Diría que el cubano se dio cuenta de que un gusto musical no definiría su carácter social y por ende consume todo tipo de música.
―¿Cómo editas los contenidos que generas, tanto los de Aesthetic Kyuban como los de tu cuenta personal? ¿Qué aplicaciones o softwares usas?
―Los edito por el mismo móvil. La app es YouCut. De las mejorcitas. Los subtítulos los pongo yo mismo y las imágenes son aleatorias de animes.
―¿Qué significa el anime para ti que produces contenidos apoyado en este estilo de imágenes? ¿Qué significa el anime para las distintas generaciones que integran tu audiencia en Instagram? Recientemente, hemos visto que hasta en el programa “Con Filo” han echado mano de ese género.
―Bueno, siempre he sido fan de los animados, y cuando pequeño me gustaban mucho las películas de Ghibli. Pero en la adolescencia fue cuando ya se podría decir que empecé a ver anime, bastante. Te hablo de miles de series.
Del anime me gustan los dibujos, la expresividad con la que se cuenta la historia y, pues, las historias locas de gentes jóvenes mezcladas con la ficción.
En el programa “Con Filo” pusieron esa referencia para generar polémica, dado que saben que los jóvenes son los que más usan las redes sociales y son los que más consumen este contenido. Decidieron tocar el tema.
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¿Para mis seguidores? La gran mayoría ve atractivo el anime porque forma parte de su juventud. Y, en otros, es porque están empezando a disfrutar ahora, de adolescentes, esa cultura.
―Además de Aesthetic Kyuban tienes una cuenta personal (@aliasmionda) con tantos seguidores como esta. Usas el término “estética” para nombrar a la primera. ¿Qué es la estética para alguien como tú: hijo de su tiempo y generador consciente de contenido?
―“Aesthetic” proviene de Estética, de algo lindo. Pero no fue por eso que le puse ese nombre, sino porque fue lo primero que se me ocurrió… ja ja ja.
Además, es “estética cubana”. Kyuban viene de Cuba, pero en japonés. “Aesthetic” también se refiere a los videos que usan ciertos filtros y música lo-fi. Pues nada… estaba de moda: así que aproveché eso.
La estética para mí es eso: algo que es agradable a los ojos. Hay un contraste con esos audios, que a veces no son muy agradables pero sí bastante cómicos. Supongo que es shitposting.