Ilustración: Alejandro Cañer
La versión beta de una nueva aplicación de transporte público en La Habana, que permitiría saber la ubicación en tiempo real de los ómnibus, fue publicada el día 6 de octubre.
El nombre de la app es Urbanos y fue desarrollada por la agencia GeoMIX del Grupo Empresarial GEOCUBA, una empresa que está subordinada a las Fuerzas Armadas Revolucionarias, y por las autoridades provinciales de transporte de la capital cubana.
Hasta el momento, Urbanos está disponible en el sitio Apklis, un equivalente nacional de la Play Store de Android y en Telegram.
De acuerdo con la descripción que hay en Apklis, el objetivo de Urbanos es permitir a la ciudadanía acceder a la información de las rutas de guaguas —nombre con el que se conoce a los autobuses en Cuba—, las paradas más cercanas a la posición del usuario y saber el tiempo estimado de llegada.
La noticia fue compartida por el sitio web oficialista Cubadebate en sus redes sociales. En Facebook, varios perfiles comentaron irónicamente y se tomaron la información con humor.
Una de las personas que comentó fue Adelth Bonne, activista LGBTIQ+ que reside en La Habana.
“Me parece totalmente risible y totalmente patético que una dictadura que tiene una crisis del transporte enorme, donde por lo menos aquí en La Habana puedes estar hasta 5 o 6 horas esperando una guagua, se dedique a hacer propaganda y gastar presupuesto y atención a una aplicación que todos sabemos que no va a funcionar. Funcionaría en un país que tiene un transporte regular, pero en Cuba es totalmente risible” dijo a YucaByte.
La crisis del transporte es uno de los temas que cada cierto tiempo vuelven al debate público en Cuba. Reportes de prensa de 2021, 2017, 2001 y 1994 demuestran que el problema nunca se ha solucionado del todo.
En abril de este año, varios usuarios se quejaron de la poca disponibilidad de guaguas en La Habana en redes sociales, algo que fue asociado a la falta de combustible. En julio, medios independientes que citaron a fuentes oficiales informaron que, ante la escasez de combustible, se limitaría su venta en las gasolineras de la ciudad.
Las alternativas tecnológicas para aliviar la situación ante esta crisis perenne han sido varias. En 2019, a pocos meses del inicio de internet por datos móviles en Cuba, se creó en Telegram un grupo llamado @DóndeEstáLaGuagua.
Este grupo, según su propia descripción, es no institucional y colaborativo: es decir, que depende del apoyo de los propios usuarios. Ahí son las personas, generalmente de La Habana, quienes informan de la posición del autobús cuando lo ven en la calle. Sin embargo, esta opción tiene dos limitantes claros; primero: no es la posición en tiempo real del ómnibus; y segundo: para funcionar regularmente se apoya en la participación de terceras personas.
Pero también en otras partes del país han tratado de encontrar soluciones. En septiembre de 2018 se desarrollaron las primeras pruebas de campo para La Guagua, una aplicación con un objetivo muy parecido a Urbanos, pero en la provincia de Las Tunas.
En diciembre de 2021, una nota del Periódico 26 de Las Tunas afirmaba que La Guagua era utilizada “por al menos 11 000 personas”. Para ese entonces, la app estaba disponible también para las provincias de Holguín, Guantánamo y Sancti Spiritus.
Sin internet, sin apps
A pesar de las alternativas provenientes del gobierno y de la sociedad civil, la falta de conectividad será siempre un obstáculo difícil de superar por cualquier aplicación.
Es común que apps como Urbanos o La Guagua sean mostradas por la propaganda oficial como ejemplos del proceso de informatización de la sociedad cubana. Pero lo cierto es que, sin un acceso constante a internet, no servirían de nada.
Y los apagones de internet, ya sea masivos o dirigidos a individuos específicos, son frecuentes en Cuba. Los más recientes ocurrieron en los días 29 y 30 del mes de septiembre. Después de protestas civiles, el poder cortó la conexión de forma general a la ciudadanía de toda la isla. En ambos casos, el corte empezó a las 8 de la noche y terminó sobre las 3 de la madrugada.
El uso de este tipo de prácticas ha sido denunciado por oenegés y por gobiernos extranjeros por igual. Denuncias que, al parecer, el estado cubano no ha escuchado.
También sucede algo llamado disminución del ancho de banda, que es posiblemente otra táctica de censura que ha empleado ETECSA, la única empresa de telecomunicaciones de la isla. En este reportaje de YucaByte se explica con más detenimiento en qué consiste esto y cómo ha sido utilizado por otros gobiernos autoritarios como el iraní.
Básicamente, la disminución del ancho de banda (o bandwidth throttling en inglés) puede restringir el uso de internet de un usuario y las velocidades de carga o descarga, así como el envío y recepción de archivos.
Esa disminución puede centrarse en una persona o puede ser general. Nuestro medio ha documentado quejas y denuncias de usuarios por la lenta velocidad de conexión en textos anteriores. Bajo estas condiciones, sería difícil utilizar una app como Urbanos, que requiere de un internet estable para funcionar.
Otro asunto a tener en cuenta sería la protección de los datos personales de los usuarios. Según una nota del Periódico 26, La Guagua recogió información de movilidad de los usuarios y también información personal como sexo biológico, edad, si trabajaban o no para el estado o si eran graduados universitarios, entre otros.
De acuerdo con el reporte, esta recopilación de datos se hace mediante encuestas y con el consentimiento informado de los usuarios que aceptan la política de privacidad.
Si bien otras apps utilizan datos personales de sus usuarios, en Cuba hay probabilidades de que el gobierno use la información recogida para fines que no han declarado formalmente.
Ejemplo de esto son las aplicaciones desarrolladas por instituciones del estado para controlar las largas filas de alimentos: Cola.CU y Porter@. Un artículo de YucaByte reveló que Porter@ estaba enlazada con la base de datos del Ministerio del Interior y que la información que guardara la app podría ser utilizada para enfrentar a deudores de impuestos “y otras categorías de interés”, que hasta ahora no han sido explicadas y que no tienen que ver con el propósito inicial declarado por las autoridades y sus creadores.
En abril de 2021, el diario oficialista Granma dio a conocer el Programa de Movilidad Urbana Sostenible (PMUS), un proyecto financiado por el programa Euroclima+ de la Unión Europea. En un primer momento, el PMUS recopilaría información a través de encuestas. Luego otro periódico del gobierno, Tribuna de La Habana, dijo que esto ya no sería así, y que ahora se recogerían los datos de manera automática.
En este reportaje de YucaByte, se explica que la tecnología utilizada para conocer los índices de movilidad de la ciudad se basa en la geolocalización en tiempo real de los usuarios de telefonía móvil, la cual permite saber dónde está la persona, por qué calles se mueve.
El texto también cuestiona si es posible que de manera indirecta la Unión Europea financie la cibervigilancia en la isla.
Sumado a los inconvenientes de la no garantía de protección de datos y la mala conexión, están los problemas técnicos que presenta Urbanos. Varios perfiles en Facebook comentaron en el muro del periodista de Cubadebate Oscar Figueredo no poder descargarla. Figueredo admitió que, al probar la app, no encontró todas las guaguas de la ruta seleccionada (te mando captura).
En abril de 2022, usuarios también reportaron problemas en Viajando, otra aplicación de transporte. El testimonio del periodista Freyser Martínez, de La Hora de Cuba, es revelador: “Abres la apk a las 8:25 a.m. para estar en línea y adquirir los boletos, pero la realidad es otra: ¡todos los pasajes aparecen en menos de un minuto vendidos!”
En la década de 1990, cuando la crisis del Período Especial alcanzaba todas las aristas de la vida nacional y la situación del transporte era similar a la actual, el gobierno compró a China bicicletas que eran repartidas entre algunas personas. El resultado fue parecido al de tratar de arreglar un gran salidero de agua solo con cinta adhesiva casera.
Ahora la historia se repite de alguna forma. El miércoles 12 de octubre trascendió que las autoridades de la capital estaban planeando la puesta en marcha antes de finales de año de un sistema de bicicletas públicas. Según la revista independiente Cubanet, quienes gobiernan dijeron en junio pasado que el uso masivo de bicicletas podía ser una alternativa ante la crisis del transporte.