Abuelos de Chadrián Vila

Abuelos del preso político cubano Chadrián Vila exigen su libertad

Elvia y Rafel Vila en el «Jose Martí Park» de West Palm Beach, Florida. Foto: Yenier Martinez Carillo

El 17 de agosto de 2021, cuando Chadrián Vila fue encarcelado, sus abuelos Elvia y Rafael estaban a cientos de kilómetros de distancia en su casa de West Palm Beach, Florida, sin enterarse de lo que sucedía. Su familia en Cuba no había querido decirles nada, para no preocuparlos. Chadrián salió a protestar en la ciudad de Cárdenas, Matanzas, durante las manifestaciones del 11 de julio en la isla. Según sus familiares pidió libertad y mejores condiciones de vida, lo mismo que quienes le rodeaban, pero la fiscalía que llevó su caso lo acusó de “sabotaje”, de “desórdenes públicos” y de “robo con fuerza”.

Los abuelos de Chadrián, de 22 años, dicen que nada de eso es cierto, que durante el juicio no mostraron pruebas, algo que también asegura su padre, Alexander Vila, y Lía Fonseca, su esposa y madre de su hijo pequeño. “El juicio fue montado” contó su papá al canal de televisión Amárica Teve. “Eso fue un circo. Nada de las cosas que decían ahí aparecían en el video de Chadrián. A mi hijo lo acusan de ser un líder, un incitador, lo acusan de veinte cosas que son mentiras. No tienen pruebas contra él”. Rafael, el abuelo, dijo a YucaByte que los abogados que participaron en el proceso estaban parcializados: “Son de ellos, si no, no pueden ser abogados, porque les quitan la licencia”.

A pesar de que parece que el fiscal del caso, Líber González, no pudo sustentar las acusaciones, el 21 de diciembre de 2021 Chadrián fue condenado a 11 años de prisión. Desde entonces, su familia en Cuba y sus abuelos en la Florida han sido los más constantes portavoces de su caso.

Elvia y Rafael van a eventos en Estados Unidos donde se habla de los presos políticos cubanos. Allí dan a conocer el caso de su nieto y piden por su libertad. “Mi letrero está en inglés porque sé que hay muchas personas allí afuera que necesitan recordar que estamos en este país y necesitamos ayuda del gobierno de este país. Necesitamos, por favor, que nos abran las puertas, que nos orienten sobre lo que necesitamos hacer”, dijo Elvia durante uno de esos eventos.

Ella ha mandado cartas y correos electrónicos con peticiones de ayuda a sus representantes gubernamentales. Hasta el momento no recibió respuesta alguna. Solo a través de su jefe, Dave Aronberg, fiscal del estado en West Palm Beach, pudo encontrar una solución.

—Le dolió saber que una de sus empleadas estaba pasando por una situación como esa y entonces me puso en contacto con la oficina de Lois Franco, y esa oficina fue la que me ayudó a establecer contacto con la embajada estadounidense en Cuba. Por lo menos tienen los documentos de nosotros. Saben que nosotros existimos. Y eso es lo que queremos, que sepan que Chadrián existe y que no vamos a parar de apoyarlo a él y a todos los demás.

En su lucha por visibilizar el caso, Elvia y Rafael han llegado a lugares inusuales. Lugares que, quizá, ni ellos mismos hubieran imaginado. El sitio es la sala de espectáculos La Scala, en la ciudad de Miami, durante el concierto de los cantantes españoles Andy y Lucas en febrero de 2022. Rafael se acercó al escenario para agradecerle al dúo el haber rechazado la invitación del gobierno cubano para actuar en el festival San Remo que fue organizado por Lis Cuesta, esposa de Miguel Díaz-Canel. Luego les contó de Chadrián y se subió al escenario mientras el público coreaba “Patria y vida”.

Once años y más de 300 mil pesos

Cuando fue detenido, a Chadrián lo enviaron a la prisión Combinado del Sur, en Matanzas. Allí, cuenta su padre Alexander Vila, las condiciones son malas y la violencia ejercida por los guardias es constante. Lo despiertan en la noche, le quitan su colchón, lo insultan y lo obligan a hacer ejercicios físicos.

Como forma de protesta ante los malos tratos y para exigir su libertad, en enero de 2022 decidió hacer una huelga de hambre. Su familia se enteró gracias a otro prisionero que los llamó, porque a Chadrián le habían quitado el beneficio de las llamadas. Tiempo después, Rafael contó que su nieto había abandonado la huelga porque ellos se lo habían pedido.

La sentencia entregada a los familiares, y a la que YucaByte tuvo acceso, asegura que Chadrián causó daños a una tienda en MLC (Moneda Libremente Convertible) llamada Bello Atardecer, y que por eso tenía que pagar la cantidad de 316 574,84 pesos. El documento describía a Chadrián contradictoriamente. Primero decía que mantenía una relación cordial con sus vecinos y luego, como elementos negativos, que no participaba en las “actividades de su cuadra” y que se reunía con elementos de “pésima conducta social” con los que “deambulaba hasta altas horas de la noche”. Una valoración similar se ha documentado con otros presos políticos cubanos, como Yunaikis Linares.

Los jueces del caso de Chadrián, los Teniente coronel Luis Alberto Espinosa González, Jorge Sancesario Bandera, Rolando Adel Romeu Delgado y las Primer Teniente Eliset Leidis Pérez Núñez y Caridad Oliva Montelier, lo absolvieron del delito de “robo con fuerza”, pero lo encontraron culpable de “sabotaje” y de “desórdenes públicos”. Junto a Chadrián juzgaron a Juan Luis Zulueta Pérez, Jonathan García Águila, María de Jesús Terras Díaz, Julio César Ruiz Bacot y Antonio Bacallao Bandínez.

La única persona cercana a Chadrián que tuvo acceso a la sala fue su padre, Alexander, quien fue amenazado por el fiscal con aplicarle la pena máxima a su hijo solo porque había presentado una queja en el Tribunal Provincial de Matanzas.

A pesar de que la fiscalía general de la República de Cuba dijo en un comunicado que en los juicios se actuó y se actuaría “en el marco de la legalidad, con apego al debido proceso, la protección de los derechos del Estado y el respeto al derecho de todos los ciudadanos”, testimonios de familiares aseguran lo contrario. Roxana García Lorenzo, hermana de Andy García Lorenzo, Saily Núñez, esposa de Maikel Puig, Teresa de Jesús Rodríguez Simón, Wilber Aguilar Bravo y Salomé García Bacallao, integrante de varias redes de apoyo a los detenidos, han denunciado la poca transparencia de las autoridades cubanas.

El acceso a los procesos ha sido muy restringido, lo que generó en su momento un pedido de la ciudadanía a que la prensa extranjera, por lo general con más privilegios que la nacional, cubriera los juicios.

Hace poco, después de diez meses, el gobierno cubano comenzó a excarcelar a algunos presos políticos, aunque con un cambio de medida y no la libertad definitiva. Estos cambios de medida generalmente consisten en trabajo correccional, régimen de la casa al trabajo o rebaja de años de cárcel. Según un análisis preliminar de la plataforma Justicia 11J, quienes han tenido más excarcelaciones son las personas menores de 21 años.

Las activistas que actúan como acompañantes han compartido su alegría ante las noticias, pero también su cautela. “Seguimos luchando hasta que se haga justicia”, escribió Salomé García en redes sociales. “Libertad sin cargos”.

Elvia Vila, la abuela de Chadrián, agradece el trabajo que hacen. “El cambio está en la juventud…y en las mujeres”. Cuenta que le dieron ganas de llorar cuando vio a Anamelys Ramos protestando frente a la embajada de Cuba en Washington, con una casa de campaña y las fotografías de varios presos políticos, entre ellas la de Chadrián. “Se lo mandé enseguida a la familia en Cuba”.

“Tarde o temprano van a tener que soltarlo” dijo esbozando una ligera sonrisa. Esto es una lección para tener a la juventud con miedo. Pero no tengan miedo, que los vamos a apoyar, los estamos apoyando”.

 

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