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MIPYMES tecnológicas privadas en Cuba: ¿Quiénes son las elegidas?

A poco más de un mes de haber abierto de manera legal las puertas a la existencia de Micro, Pequeñas y Medianas Empresas (MIPYMES) en el país, el gobierno cubano autorizó el reconocimiento de las primeras 35. Según datos publicado por el Ministerio de Economía y Planificación (MEP), tres de las empresas reconocidas con estatales y 32 privadas, cubriendo estas “actividades priorizadas” por el gobierno: producción de alimentos, manufactura, reciclaje y tecnología.

Entre las empresas reconocidas destacan cinco privadas, relacionadas con el mundo de las Tecnologías de la Información y las Comunicaciones (TICs). A todas, al tener ahora personalidad jurídica, el gobierno permite exportar sus “actividades de programación informática”. Estas empresas son: Ingenius, Dofleini, Pyxel Solutions, LOMABO Studio y Guajiritos (también identificada como GuajiTech).

¿2021, el año de las MIPYMES?

En medio de una escasez de productos de primera necesidad y de divisas, agravada por una crisis de índole sanitaria a causa de la Covid-19, el gobierno cubano decidió implementar una serie de medidas con el supuesto fin de reformar la economía. No más iniciar el 2021, inició la llamada Tarea Ordenamiento, cuyo “reordenamiento monetario”, según las autoridades, buscaba, entre otras cosas, mayor eficiencia y transparencia en el sector empresarial estatal.

Los planes del gobierno no funcionaron del todo según lo planificado. Al cierre del primer trimestre del año, la Tarea Ordenamiento había provocado pérdidas en centenares de empresas estatales.  Sin embargo, por esas fechas el gobierno decidió también tomar medidas con el sector privado. Dichas medidas, al menos en ese entonces, no contemplaban el reconocimiento de MIPYMES.

En febrero de 2021, el gobierno decidió permitir más de 2.000 actividades por cuenta propia, a la vez que limitó 124 de manera total o parcial, de acuerdo con el Clasificador de Actividades Económicas. Esta medida vino a derogar aquella que contemplaba el autorizo a apenas 127 actividades económicas permitidas para el sector no estatal. Después de varios años congelada, la licencia de Programador de Equipos de Cómputo tuvo entonces nuevo permiso de emisión.

Cuatro meses después, el Consejo de Ministros de la República de Cuba, en reunión con Miguel Díaz-Canel, acordó otra serie de medidas para el “perfeccionamiento de actores de la economía cubana”. Estos acuerdos fueron el primer acercamiento a la posibilidad del reconocimiento de MIPYMES privadas en el país. No obstante, el Consejo de Ministros acordó que solo informaría de aquellas actividades que no tenía pensado reconocer como empresas privadas, entre las que se incluían “ciertas actividades profesionales” y algunos negocios establecidos como trabajos por cuenta propia. Los emprendimientos tecnológicos seguirían siendo reconocidos como trabajos por cuenta propia, pero, al menos eso parecía en ese momento, nunca como MIPYMES.

El 19 de agosto, el gobierno cubano dio marcha atrás y contradijo algunas de las medidas anteriores, en especial las referidas a los emprendimientos tecnológicos. Ese día se reguló oficialmente el proceso de conformación y aprobación de MIPYMES a través de una serie de normativas publicadas en la Gaceta Oficial No.94 Ordinaria. Varios negocios antes reconocidos como trabajos por cuenta propia podrían tener personalidad jurídica y no depender de empresas estatales para exportar sus productos. Si bien antes se negó esta posibilidad a los emprendimientos tecnológicos, ahora el gobierno les daba luz verde para enviar solicitudes de conversión en empresas.

Los límites de las futuras empresas tecnológicas, sin embargo, fueron bien delimitados en la Sección I de los Anexos del Decreto 49, en el cual se informa de las actividades no autorizadas en relación con la “información, comunicación y telecomunicaciones”. Así, no podrían instituirse como empresas los negocios que desarrollasen las siguientes funciones:

1-Actividades de telecomunicaciones alámbricas, inalámbricas y por satélite que comprende el servicio público de acceso a internet; servicio telefónico básico, servicio celular de telecomunicaciones móviles terrestres, servicio de telefonía virtual, servicio de acceso a internet al público, servicio de conducción de señales, infraestructura física para alojamiento y hospedaje, operación de centros de datos públicos, servicio de cabina y estaciones telefónicas públicas, servicio de telecomunicaciones de valor agregado, servicio de centro de contacto, servicio de radiocomunicación móvil troncalizado, explotación, mantenimiento o facilitación del acceso a servicios de transmisión de voz, datos, texto, sonido y video utilizando una infraestructura de telecomunicaciones, servicio de televisión por suscripción y el servicio de soporte a la transmisión de radiodifusión.

2-Otras actividades de telecomunicaciones que comprende la explotación de estaciones terminales de comunicaciones por satélite e instalaciones conexas operacionalmente conectadas con uno o varios sistemas de comunicaciones terrestres y capaces de transmitir o recibir telecomunicaciones por satélite; suministro de servicios telefónicos y de Internet en instalaciones abiertas al público; suministro de servicios de telecomunicaciones por las conexiones de telecomunicaciones existentes y reventa de servicios de telecomunicaciones.

3-Actividades de ciberseguridad que comprende el servicio de ciberseguridad, investigaciones de incidentes de ciberseguridad y análisis de redes utilizando la red pública de telecomunicaciones y en las redes privadas de los órganos, organismos de la Administración Central del Estado, el Banco Central de Cuba, órganos Locales del Poder Popular y las infraestructuras críticas de las TIC, entendido este como servicio que incluye la reducción de riesgos y vulnerabilidades, la creación de capacidades para detectar y gestionar eventos e incidentes y el fortalecimiento de la resiliencia en el ciberespacio; ejecución de ciberataques simulados o técnicas para detectar vulnerabilidades en los sistemas informáticos soportados sobre las redes públicas de telecomunicaciones (técnicas de “hacking ético”) y participación en desarrollo de componentes y soluciones vinculados a sistemas de seguridad, pertenecientes a proyectos del Sistema Nacional de Investigación, Desarrollo e Innovación para la Ciberseguridad.

Como ventaja, las empresas tecnológicas, además de poder importar y exportar, podrían optar por servicios especiales de ETECSA bajo las mismas tarifas aplicadas a los Organismos de la Administración Central del Estado, las empresas estatales y mixtas, y las organizaciones políticas y de masas.

Las cinco primeras elegidas

Son cinco las primeras empresas privadas relacionadas con las TICs que fueron reconocidas como tal por el gobierno. Todas, además del hecho de ubicarse en La Habana, comparten el tener un estrecho vínculo con el Estado, ya sea de manera directa o a través de empresas estatales.

Dofleini, por ejemplo, es ahora una empresa de desarrollo de software y consultoría informática, cuyo CEO, Carlos Miguel Pérez Reyes, figura entre los rostros más visibles de la campaña #ElBloqueoTambiénEsUnVirus. Dicha campaña ha sido impulsada por el Ministerio de Relaciones Exteriores de Cuba (MINREX), su titular, Bruno Rodríguez Parrilla, y la jefa de la misión diplomática cubana en Estados Unidos, Lianys Torres Rivera. El objetivo es hacer ver que solo el embargo estadounidense afecta a los emprendedores cubanos, un sector que la Administración Obama pretendió potenciar en la isla, aunque las medidas de apertura económica de La Habana no acompañaron esta intención.

Varios usuarios en la red social Twitter, relacionados con el mundo del emprendimiento tecnológico, cuestionaron entonces la campaña gubernamental anti-embargo.

El MINREX presentó a Pérez Reyes como un simple emprendedor, sin embargo, omitió que este ostenta el cargo de miembro del Consejo Nacional de la Unión de Informáticos de Cuba (UIC) y vicepresidente provincial de esta organización en La Habana. El CEO y fundador de Dofleini, además, fue quien representó a los emprendedores tecnológicos en la reunión previa al 8vo Congreso del Partido Comunista de Cuba (PCC) que sostuvieron el presidente Miguel Díaz-Canel y el Consejo de Ministros con cuentapropistas cubanos. El 8vo Congreso del PCC, finalmente, solo se propuso ejecutar en materia tecnológica una nueva estrategia de enfrentamiento en redes sociales a todos los criterios que cuestionaran la gestión del gobierno.

Por otro lado, Pérez Reyes, como directivo de la UIC, representa a una organización que, aunque sea catalogada por el régimen como parte de la sociedad civil es un organismo vinculado y controlado directamente al Ministerio de Comunicaciones (MINCOM). Como miembro del Consejo Nacional de la UIC, este emprendedor también aparece como autor de un documento titulado Declaración de la Unión de Informáticos de Cuba ante las manipulaciones, provocaciones e injerencias del gobierno de Estados Unidos, que pretende desestabilizar la Revolución cubana. Este texto, dedicado a difamar sobre el Movimiento San Isidro y los activistas políticos cubanos, expone de manera clara los intereses políticos tras la UIC:

“Rechazamos enérgicamente la manipulación mediática, la creación de perfiles e informaciones falsas para crear matrices de opinión, sembrar el odio, dividirnos y subvertir el orden que soberanamente el pueblo consagró en su Constitución, que busca reforzar el ilegal, inhumano y cruel bloqueo económico y quitarnos lo más preciado que tenemos y hemos construido: la Revolución (…) Continuaremos desarrollando nuestra actividad al lado de nuestro Partido y nuestro pueblo, respaldando desde la ciencia, la innovación y el desarrollo territorial, en integración con las universidades, la empresa estatal socialista, el sector no estatal, la sociedad civil y el gobierno”.

Otro emprendimiento tecnológico reconocido como empresa fue Ingenius, dedicado, según una descripción avalada por sus miembros, a “ingeniar soluciones informáticas y electrónicas” y “ofrecer servicios especializados a individuos, negocios particulares, empresas estatales, entidades nacionales y extranjeras”. Su CEO, Bernardo Romero, es, además, uno de los fundadores del proyecto CubaEmprende.

Durante el llamado “deshielo” en las relaciones entre Cuba y Estados Unidos, en que la Administración Obama pretendió potenciar al sector del emprendimiento, Romero se mostró muy optimista en cuanto a las oportunidades que ofrecía ese contexto histórico. Según declaró en una entrevista a IPS Cuba, existían grandes oportunidades para ampliar el desarrollo de software de Cuba al exterior, “sobre todo al mercado americano”, donde ya había hecho “sus primeros contactos”.

En mayo de 2017, Romero presentó en Nueva York otro de sus proyectos, Cubazon (definido como una especie de Amazon cubano para la venta y distribución de productos hechos en Cuba pero en el exterior), en la conferencia TechCrunch. En su exposición dijo estar confiado de poder hacer negocios y tener clientes en un mercado formado por la diáspora cubana. Las cosas no salieron según lo planeado pues, tres años después, el gobierno cubano aún no había permitido dar personalidad jurídica a los emprendimientos ni exportar productos de otra forma que no fuese mediante empresas estatales.

Ingenius se las arregló para adaptarse a las normas impuestas por el gobierno, trabajando cada vez más unida a empresas estatales. En diciembre de 2020, este negocio firmó un contrato vinculante con la empresa estatal de desarrollo de software DESOFT, para exportar servicios informáticos a Costa Rica. Ese mismo año, Ingenius desarrolló, en conjunto con el Instituto Nacional de Deportes, Educación Física y Recreación (INDER), una app llamada LaPelota, para impulsar el consumo de la Serie Nacional de Béisbol.

Ya en septiembre de 2021, Ingenius realizó para la Empresa (estatal) Productora de Software para la Técnica Electrónica (SOFTEL) una app llamada E-Firma, la cual permite el uso de certificados digitales. Dicha app, en un primer momento, contará con usuarios que sean contribuyentes de la Oficina Nacional de Administración Tributaria (ONAT).

La tercera empresa tecnológica privada reconocida por el gobierno cubano es Pyxel Solutions, fundada en 2013. Desde sus inicios, este negocio se caracterizó por mantener una política de colaboración con instituciones estatales cubanas. Para 2019, por ejemplo, ya contaba con servicios de ferias virtuales contratados para ediciones de FIART (Feria Internacional de Artesanías) y FITCUBA (Feria Internacional de Turismo), así como una app llamada D’Ritmo, hecha para el sello discográfico EGREM (Empresa de Grabaciones y Ediciones Musicales).

“Cada producto nuestro tiene una correspondencia con un área puntual, con un cliente puntual del Estado cubano. No es que estamos en el sector cuentapropista mejorando los servicios del sector cuentapropista. Aunque suene grandilocuente, el compromiso de Pyxel es con el Estado cubano”, confesó a YucaByte Alain José Peña, uno de los fundadores de Pyxel Solutions, en 2019. Para entonces, este emprendimiento le había creado una app (D’Taxi), con prestaciones similares a las de Uber, a la empresa estatal Taxis Cuba.

Pyxel Solutions firmó en noviembre de 2020 un contrato con DESOFT que le permitía exportar e importar productos. Poco antes lo había hecho Dofleini y, un mes después, lo hizo Igenius.

 

Este negocio por cuenta propia, ahora empresa privada, fue el encargado de diseñar el nuevo sitio web de la revista La Jiribilla, un medio estatal vocero de las políticas culturales de censura aplicadas por el gobierno cubano. Pyxel Solutions también diseñó los sitios de la Cámara de Comercio de la República de Cuba y del Centro para la Promoción del Comercio del Ministerio de Comercio Exterior y la Inversión Extranjera (MINCEX). Además, ha trabajado de conjunto con el Ministerio de Turismo (MINTUR), y más específicamente con la cadena hotelera Gaviota (perteneciente al conglomerado empresarial militar GAESA) en la creación de servicios informáticos para hoteles, incluyendo un canal de televisión para circuitos cerrados.

Alain José Peña, por su parte, ha servido de rostro para la campaña comunicativa Emprendedores vs Bloqueo, muy similar a aquella en que participa Carlos Miguel Pérez Reyes. Emprendedores vs Bloqueo es una serie de audiovisuales que pretende dar la idea de que los obstáculos al desarrollo del emprendimiento en Cuba son, exclusivamente, responsabilidad del embargo estadounidense y no de las medidas del gobierno cubano.

LOMBAO Estudios fue creada en 2013 como un negocio especializado en diseño web, desarrollo de sitios web y marketing digital. Entre sus productos está Sandunga, la primera plataforma digital comercializadora de música en Cuba, hecha en conjunto con la Agencia Exportadora Soy Cubano, la cual pertenece a ARTEX S.A y al Ministerio de Cultura. Además, como las empresas antes mencionadas, ha colaborado con otras empresas estatales tales como DESOFT, SOFTEL y CINESOFT. LOMBAO Estudios también tiene en su cartera de clientes a la Universidad de La Habana, el Ministerio de Justicia y el Grupo Hotelero Islazul (otro de los dominios del conglomerado empresarial militar GAESA).

Los productos y acuerdos más mediáticos de LOMBAO Estudios han sido con instituciones y empresas del Estado cubano, lo cual ha ayudado a que sean promovidos no solo por medios nacionales, sino también por otros de renombre en países aliados políticos de Cuba, como Xinhua (China) y Sputnik (Rusia). La empresa, al igual que Pyxel Solutions, ha reconocido sus intenciones de mantener vínculos estrechos con el Estado. Al referirse al “proceso de informatización de la sociedad” impulsado por Miguel Díaz-Canel, Mario Lombao, CEO de LOMBAO Estudios, dijo al medio Xinhua: “Mi negocio tiene algo que aportar a esos planes gubernamentales”.

Desde que se anunció la posibilidad del reconocimiento de las MIPYMES en Cuba, LOMBAO Estudio ya se presentaba como candidato a ser de los primeros aprobados.

Otra de las cinco primeras empresas tecnológicas privadas cubanas es GuajiTech (también conocida como Guajiritos). Como negocio, este emprendimientos siguió una ruta muy parecida  a la de los ya mencionados. GuajiTech fue quien actualizó el sitio web de los Comités de Defensa de la Revolución, organización creada por Fidel Castro para garantizar la vigilancia política entre ciudadanos. También ha firmado contratos con CINESOFT para la empresa Havanatur, a la cual le elaboró un sistema informático para “la gestión comercial del producto turístico cubano”.

Como en el realizado para la empresa turística estatal Havanatur, GuajiTech suele sacar al mercado sus productos en conjunto con CINESOFT. Tal es el caso de Pesquisactiva19, una app enfocada en el trabajo epidemiológico, la cual busca recopilar información médica de ciudadanos en el país. Esta aplicación tiene más de 40.000 usuarios entre médicos y pesquisadores en el país.

GuajiTech, a través de sus miembros, como Miguel Jorge Menéndez Alonso (jefe de la Oficina de Tecnología) y Dayron Avello (también profesor de la Facultad de Comunicación de la Universidad de La Habana), trabajó en la creación de la página web de FEVEX, la Empresa (estatal) de Ferias Agropecuarias, asociada al Ministerio de Agricultura.  Además, Menéndez Alonso colaboró con la realización de la web institucional de Gaviota, así como Avello, a nombre de GuajiTech y en conjunto con CINESOFT, ha colaborado con el estudio del impacto en redes sociales de la empresa estatal de transporte turístico Transgraviota, también parte de GAESA. 

 

 

El gobierno cubano ha permitido las MIPYMES, pero todavía no ha cumplido con la demanda de desatar las fuerzas productivas del país. Este primer paso, al menos en lo que a emprendimientos tecnológicos refiere, ha sido curiosamente medido, pues las empresas privadas hasta ahora aprobadas cumplen con patrones como los vínculos con instituciones y empresas estatales, filiaciones políticas cercanas al gobierno, así como visibilidad y buen trato por parte de los medios oficiales.

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