Ilustración: Julio Llópiz-Casal
La ONG Freedom House (FH), la cual mide anualmente la situación de los derechos humanos en el mundo, publicó su último informe sobre Libertad en Internet, correspondiente al período que abarca desde mayo de 2020 a junio de 2021.
El informe estudia el respeto a los derechos digitales y evalúa la libertad de internet en varios países, en base a una escala de 100 puntos. Cuba fue catalogada por FH como un país “Sin Libertad” en internet, llegando a alcanzar solo 21 puntos, lo que representa una disminución respecto a los 22 obtenidos en el informe pasado. En cuanto a Obstáculos en el Acceso a Internet obtuvo 5 puntos de 25, por Limitación de Contenidos en línea unos 9 puntos de 35, y por Violaciones de los Derechos de los Usuarios 7 de 40 posibles.
En su estudio, FH resumió la situación de los derechos digitales en Cuba en el último año de la siguiente manera:
“A pesar de las mejoras en la infraestructura técnica, Cuba tiene una de las tasas de conectividad más bajas del hemisferio occidental. El acceso regular a internet sigue siendo extremadamente caro y las conexiones son deficientes. Las autoridades monitorean el uso de internet y trabajan para dirigir el tráfico a la intranet controlada por el gobierno. El Estado participa en esfuerzos de manipulación de contenido y bloquea los sitios de medios independientes. La disidencia política es castigada con una amplia gama de leyes, incluido el Decreto Ley 370, que se ha utilizado con frecuencia para intimidas y silenciar a los periodistas. Una serie de protestas públicas contra el gobierno, realizadas a fines de 2020 y a lo largo de 2021, se organizaron online, ya que los cubanos eludieron la censura a través de innovaciones digitales. Las autoridades han impuesto restricciones de conectividad generalizadas y han bloqueado plataformas de redes sociales en respuesta.”
El informe reconoce cortes de internet generalizados, pero también los enfocados en activistas y periodistas, a quienes el régimen ha castigado también con la inhabilitación de sus servicios de telefonía móvil. En estos casos, FH se basó en los disímiles reportes realizados sobre el tema por la prensa internacional y, sobre todo, en el trabajo de los medios independientes cubanos.
FH indica que, a pesar de que los datos de penetración de internet en Cuba son positivos, esto pudiera deberse, en buena medida, a que se incluyen en las estadísticas a aquellos que consumen “la intranet nacional controlada por el gobierno” o entran a internet desde centros de trabajo o escuelas, controlados también por las autoridades. Según datos de la Unión Internacional de Telecomunicaciones (ITU, por sus siglas en inglés), agrega FH, solo el 17% de los hogares cubanos tienen una computadora. Destaca el hecho de que 4.2 millones de ciudadanos, de los casi 7 millones que se conectan de alguna forma a internet, lo hacen exclusivamente desde sus teléfonos móviles.
El informe, además, señala sobre los precios del acceso a las telecomunicaciones en la isla: “Las tarifas para el acceso a la telefonía móvil y a internet siguen siendo exorbitantes de acuerdo a los estándares internaciones”.
Uno de los aspectos más criticados por esta ONG a Cuba es que la isla mantenga una infraestructura de telecomunicaciones totalmente controlada por el gobierno, lo cual le permite a las autoridades “restringir la conectividad a voluntad”.
“En momentos de mayor sensibilidad política, el gobierno ha utilizado su control total de la red móvil para obstruir selectivamente las comunicaciones de los ciudadanos, con el fin de limitar el uso de los cubanos del espacio digital para el debate público y la actividad cívica. Los usuarios de Internet, incluidos activistas, periodistas y disidentes, informaron que sus conexiones de datos móviles se habían interrumpido de forma selectiva durante unas horas o unos días durante el período de cobertura”, expone el informe, donde también se detallan casos específicos de cortes de internet personalizados como los sufridos por las periodistas Iliana Hernández y Yoani Sánchez.
FH, además, condena el hecho de que el gobierno cubano bloquee por motivos políticos el acceso a medios internacionales como la revista Gatopardo, así como a medios independientes cubanos.
Como contexto y ejemplo de censura y control político de las iniciativas ciudadanas en materia de telecomunicaciones, el informe alude al cierre de la Street Network (SNET), un proyecto no gubernamental que conectaba de manera offline a miles de cubanos, principalmente en la capital.
FH también advirtió en abril de 2021 de los peligros a la libertad de expresión en línea que podría traer el entonces anunciado Decreto Ley 35, puesto en vigor en agosto del presente año.
Finalmente, el informe resalta el hecho de que el gobierno cubano mantenga relaciones con la mega empresa Google, con quien ha formado varios memorándums. Sin embargo, agrega, los detalles de los acuerdos entre ambas partes y el desarrollo de sus proyectos conjuntos no se han hecho públicos.
Cuba aparece catalogado por FH como un país “No Democrático” en su informe global sobre democracia. En este estudio general la isla obtuvo sólo 13 puntos de los 100 posibles en cuanto a respeto a las libertades civiles y a los derechos humanos.