Joven se conecta a internet en un parque de La Habana

ETECSA compensa a clientes sin explicar los cortes de internet

Tras los sucesos del pasado 11 de julio, y luego de más de una semana de estado policial y militarización de las calles, el gobierno de Cuba lanza migajas para aplacar el descontento de la población. Después de “dar la orden” que costó al menos (de manera oficial) una vida y dejó un saldo considerable de heridos y cientos de personas detenidas y desaparecidas, Miguel Díaz-Canel se esfuerza en convocar al “amor entre cubanos” mediante una campaña de consignas. El Consejo de Ministros, después de culpar al embargo de la escasez en la Isla y no facilitar la entrada de un corredor humanitario ante la falta de medicamentos, levanta por unos meses las restricciones aduanales y arancelarias en los aeropuertos para medicinas y comida. Por su parte, ETECSA, luego de someter a los cubanos por más de siete días a cortes de internet, censura de redes sociales y disminución de la velocidad de conexión, ofrece 1Gb de datos móviles y extiende la fecha de los paquetes de datos.

Borrón y cuenta nueva, sin disculpas incluidas, parece ser la nueva estrategia de un régimen que, mientras tanto, mantiene en prisión y levanta cargos sobre aquellos que el 11 de julio salieron pacíficamente a las calles a exigir sus derechos más elementales. ETECSA también hace lo suyo. Sin embargo, el monopolio de las telecomunicaciones en Cuba prefiere llamar a su gesto “una compensación”.

 

 

¿Por qué “compensa” ETECSA?

El pasado 11 de julio, mientras se desarrollaban protestas populares en decenas de localidades del país, ETECSA cortó de manera abrupta y total el acceso a datos móviles. Este hecho fue corroborado desde la compañía Kentik.inc, cuya labor es registrar el tráfico de internet a nivel global, y denunciado por la ONG Access Now.

Este apagón de internet duró varias horas (que sumado al del 27 de enero de 2021, se estima, pudo haberle costado al país más de 13 millones de dólares), en las cuales se desplegaron tropas militares y policiales, así como de simpatizantes del régimen, que disolvieron las manifestaciones de forma violenta. Durante el resto de la semana, ETECSA censuró el uso de redes sociales y servicios de mensajería online, algo que fue confirmado mediante las métricas ofrecidas por el Open Observatory of Network Interference (OONI), el observatorio de internet Netblocks y el servicio de informe de transparencia de Google. Esta violación de los derechos digitales de los cubanos, que alcanza mayor gravedad en el contexto represivo y violento en que se desarrolló, fue denunciada por el Departamento de Estado de Estados Unidos a través de su portavoz, Ned Price.

 

El 13 de julio, el canciller cubano, Bruno Rodríguez Parrilla reconoció, en una conferencia de prensa ante medios internacionales acreditados en la Isla,  los cortes de internet y el bloqueo a redes sociales y mensajería online. Al ser interpelado sobre el tema, de manera vaga, culpó de esta situación a los “problemas con el fluido eléctrico” que enfrenta el país.

El ministro de Relaciones Exteriores fue desmentido poco después, esa misma noche, por una periodista oficial en el espacio televisivo Mesa Redonda.  Dicha periodista confirmó que el motivo de la censura en internet respondía a “una medida soberana”, ya que las redes sociales son “áreas donde se está organizando la guerra contra Cuba”.

Como para disipar cualquier duda que salvara al gobierno de su responsabilidad sobre la censura en internet, el proyecto Inventario publicó una llamada realizada por un usuario a la compañía ETECSA. En dicha llamada puede escucharse a una funcionaria de la empresa afirmar que la restricción de internet fue “una decisión tomada por la máxima dirección del país”.

Apenas una semana antes de que estallaran las protestas pacíficas del 11 de julio, la diplomacia del gobierno cubano negó que en el país se apliquen apagones de internet arbitrarios durante manifestaciones populares. Esta respuesta intentaba rebatir el informe que el pasado 15 de junio presentó el relator especial sobre el derecho a la libertad de reunión pacífica y asociación de las Naciones Unidas, Clément Voule, ante la Comisión de Derechos Humanos de la ONU.

La zanahoria después del palo

El 21 de julio, ETECSA anunció que daría una “compensación de datos móviles” a quienes tenían ofertas vencidas entre el 11 y el 16 de julio. La palabra “compensación”, de forma implícita, reconoce la participación de esta empresa en los cortes de internet y la censura ejercida por el régimen durante las protestas.

La indemnización de ETECSA será el ofrecimiento de 1Gb de datos móviles (para 2G/3G/4G) y la extensión de la vigencia de los paquetes de datos por 30 días a partir de la entrega de ese bono extra.

En Twitter fueron diversas las reacciones de los usuarios alrededor de la nueva oferta de ETECSA. Muchos recuerdan que este “regalo” responde a un agravio injustificable sobre el que la compañía no se ha pronunciado de manera oficial, ni siquiera para reconocer su responsabilidad o para disculparse.

 

Como suele suceder, también varios cubanos asumieron la “compensación” desde la crítica y el humor:

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