Dame propinita papi

“Propinita, bebé, porque esa es mi comida”

En el video interpela a su audiencia, primero con la pantalla en negro y una voz de fondo que habla de sus 23 centímetros. Se presenta como alguien “picantico” y habla de precio: son 29 pesos (dólares) y no lo va a bajar. Prefiere calidad que cantidad. Un fan le sería suficiente mientras pague lo que él pide. Adelanta también que en Instagram le van a cerrar la cuenta, se queja de los filtros mojigatos de las redes sociales. Deja también una dosis de amor propio más allá del cuerpo de cada cual.

Casi en los últimos planos, pide a sus “bebés” que lo sigan y que no se olviden de dejarle “propinita” porque esa es su “comida”. 

Esto dice un habanero delgado de abdomen terso y cintura en movimiento que se presenta como el primer “only fans” cubano. El primero que lo hace desde Cuba. Pero no el único. Podría haberse nombrado Teen porque tiene menos de 20 años, pero se decidió por Pinky Unicornio Cubano XXL. Creyó que así lo identificarían mejor. 

Continúa el video con una declaración: “Todo el mundo sabe lo que se publica en OnlyFans, vamos a dejar este tema aquí saldado. Les voy a dejar un tutorial también paso a paso para abrirse una cuenta”. Mientras, se muerde los labios, mueve las caderas, se toca.

—Pues eso, bebé, yo te voy a enseñar.

Ya en privado, por WhatssApp, aunque pareciera que no hay mucho más que decir luego de su video, Pinky detalla:

—Nosotros (los cubanos) somos de tener años de atraso, pero hay que ser creativo. Estas cosas las hacen todos los adolescentes que conozco, pero a cambio de saldo. El saldo que les pasan lo reinvierten en megas y así, normal. Pero OnlyFans como tal lo tenemos pocas personas, cinco o seis; yo solo conozco a dos. El Internet nos ayuda a vivir una vida paralela. Nadie de mi edad quiere vivir aquí. 

Dasiel (Pinky Unicornio)

Pinky Unicornio graba algunos videos cerca de una línea de ferrocarril que pasa por su barrio. Foto: Sadiel Me Be

La plataforma de pago no es en el mundo exactamente una novedad, sin embargo, hace solo un mes la web tuexperto.com la describía como la red social de moda. A pesar de que admite todo tipo de contenido, lo cierto es que su reciente fama se debe a la incursión de modelos, actrices porno y webcammers.

No es una red social común, según esa página. Se parece más a Patreon, la plataforma de apoyo a creadores que basa su modelo de negocio en suscripciones mensuales. 

Pinky Unicornio Cubano XXL lo explica en sus propios términos. Para él es básicamente como Instagram, pero pagada. Para cualquier género, binario o no. “Eso sí, tienes que tener un familiar en otro país. Y es muy importante tener otra red que te permita retroalimentar la cuenta de OnlyFans”, destaca.

Los cienfuegueros 

En Cienfuegos, una pareja abrió su cuenta en la plataforma en las primeras semanas de julio. De los dos, habla solo uno. 

—Sí, pero que no salga mi nombre por ningún lado, ya que estoy haciendo esto para ganar dinero y poder salir del país con mi pareja —me dice por WhatsApp. No le veo el rostro pero sé cómo suena su voz. Tiene un timbre algo nervioso, como si estuviera subiendo una montaña y se le entrecortara la respiración.

Para él, que insiste en que no revele su identidad, lo más importante a saber es esto:

—El OnlyFans uno lo hace por necesidad y para obtener dinero fácil; o lo haces por placer y porque te dedicas al porno. En nuestro caso es por necesidad.

“Ya sabíamos que OnlyFans existía pero estaba bloqueado para Cuba. Igual mi pareja y yo decidimos hacerlo y cuando empezamos había muchas trabas: tenías que verificarte, tener cuenta bancaria, entre otras cosas que aquí en Cuba no podíamos hacer”, dice.

Después de casi un mes buscando amigos —porque no tienen familia en Estados Unidos ni en otro país— que los ayudara, la pareja encontró a alguien de confianza que les verificó la cuenta y puso su tarjeta bancaria. “Así fue que pudimos empezar. Hacía un tiempo teníamos la cuenta pero hasta que no se verificara con tarjeta bancaria no podíamos activarla para subir videos. Hace una semana la verificaron y logramos subir contenido. Hasta ahora tenemos 26 fans y la tarifa es de 5 CUC (o dólares)”.

Los cienfuegueros, llamémoslos así, vieron una oportunidad en un mercado al que Cuba llega, como a casi todo en tecnología, bastante tarde. A pesar de las trabas que supone para quienes acceden desde la Isla, a ellos les facilitó el proceso el servicio de Nauta Hogar, una opción más efectiva de conexión a Internet desde la casa que habilitó el Estado cubano. Más barata que la conexión por datos y con mayor privacidad que los parques wifi.

Con 15 CUC o dólares al mes, disponen de 30 horas de conexión, que deben gestionar de la mejor manera para subir videos y posicionar su contenido sin la garantía de recuperar en un corto plazo el tiempo y dinero invertido. “No podría calcular cuánto he gastado hasta ahora como inversión porque como tal tengo esas 30 horas de Internet que me salen a 50 centavos cada una. Y si se acaban se le pone más”, explica.

Si dependieran de una conexión por datos móviles en un país donde la única compañía telefónica no cuenta con planes ilimitados, no tendrían futuro. Con el Nauta Hogar, en cambio, se trata de subir la mayor cantidad de contenido en el menor tiempo. El contenido suele ser pesado porque la plataforma demanda videos de dos minutos en adelante, que no se suben tan rápido con una conexión tan limitada.

La otra parte del trabajo requiere de una cuenta alternativa con muchos seguidores en alguna red social donde promocionar el perfil de OnlyFans. En su caso escogieron Twitter “porque crece más rápido en cuanto a seguidores”. Implica, entonces, “entrar en las cuentas de otras personas que tengan alguna promoción gratis por un tiempo determinado y comentarles, darles likes, para que ellos nos den visibilidad. Poco a poco. Así es como nos posicionamos y ganamos seguidores”.

Cualquiera pensaría que esta pareja, con sus 26 fans, tiene suficiente para hacer dinero. La realidad es que OnlyFans usa varios métodos de pago, pero ninguno de ellos lleva el dinero a Cuba: “el más fácil es Skrill, donde tienes que crearte una cuenta. También lo puedes hacer a través de Airtm. Nosotros lo cambiamos mediante PayPal por dinero en CUC, ya que aquí hay opciones de 1X1 de PayPal a CUC”, explica, aunque da la impresión de que habla de dinero simbólico.  

En concreto, sucede que el amigo que los ayudó a concretar su cuenta en OnlyFans vive en Argentina. Desde la más reciente restricción de envíos a Cuba, “no nos puede mandar el dinero por Western Union y todavía estamos buscando la forma para que él nos mande ese dinero. Tendría que enviarlo a Estados Unidos y de ahí alguien más tendría que reenviárnoslo a nosotros en Cuba. Es mucho enredo”.

El problema de OnlyFans para cubanos es Cuba. Desde el exterior, en ciudades como Miami, los cubanos que tienen cuentas en esta red pueden acceder a sus pagos como cualquier ciudadano del mundo que se integra a la cifra millonaria de usuarios filtrados por país, género, edad. También, la plataforma segmenta por el tipo de actividad o característica del usuario: cuentas de modelos, estrellas porno famosas (pornstars), influencers, artistas, personas con tatuajes y más. Igualmente, aparecen mujeres, hombres y trans; jóvenes y adultos, aunque la red social advierte que los jóvenes son mayores de 18

Un cubano en OnlyFans desde Miami

Nelson Castro, de 22 años y de origen cubano, está ahí. Su cuenta de Instagram, con más de 15 300 seguidores ofrece el enlace a OnlyFans. En Instagram, que es solo la ventana, lo encuentras modelando con pocas ropas, en playas o zonas urbanas, exhibiendo músculos. Cara semimaquillada, tatuajes, peinados. Das clic en el enlace pero cuando abre no hay nada más que el logo: OnlyFans. 

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You got a lot on your mind I want to ease it Upppp 🔥 ———————————————————————— 📸: @luisrafaelofficial

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Hace más de un año que este modelo profesional abrió su cuenta. Ha tenido altibajos: cuando estaba ganando más de 2000 dólares mensuales (20 por cada uno de sus 105 suscriptores), conoció a la que sería su novia. “Me quité un poco y perdí muchos fans”, dice. Asegura que su contenido, no obstante, era erótico, que no ponía nada puramente porno porque “para eso voy directo a Bangbross y me hago estrella porno”, advierte. 

Castro tiene una máxima aplicable a OnlyFans: fan contento, fan que paga. “Ahora solo gano 200 o 300 dólares, pero antes ponía hasta videos por 50 o 60 dólares y hacía más. Mi primo, por ejemplo, hizo 75 000 el año pasado”.  

Está consciente de que aquí es mucho más fácil que en Cuba: “la conexión es muy buena y el dinero va directo a tu cuenta en cualquier banco. Cada mes, llega el pago según el día que se suscribe cada fan. A partir de ahí se cuenta una semana para que esté listo tu dinero”.  

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El periódico El Español también advirtió del crecimiento de la plataforma en los últimos tiempos. En mayo, una nota hacía referencia a la cuarentena como posible catalizador de este espacio de micromecenazgo en el que influencers y creadores de contenido conectan con su público más fiel. A través de una suscripción, cuyo precio fijan los creadores, los usuarios acceden a videos y fotos exclusivos. La ventaja es que se recompensa directamente al que ofrece el contenido. 

Aunque ―explica el autor de la nota― existen muchos perfiles diferentes dentro de OnlyFans, el que más ha triunfado, incluyendo en España, es el dedicado al contenido para adultos. Las fotos y los videos eróticos son los que están alimentando la maquinaria de la plataforma desde prácticamente su creación en 2016. 

—¿Hay que mostrarlo todo o juegas más con lo erótico? ―le escribo al Pinky Cubano por el chat.

—Hmmm, yo qué sé. A mí me gusta el porno. Cuando tú dices porno la gente piensa: “Fuera, Satanás”. ¡Qué bobería!, si al final todos tenemos sexo, vemos porno y lo disfrutamos. A mí me gusta el porno pero no puedo botarme (excederme) porque vivo en un país bloqueaaaaado —alarga y enfatiza esta palabra—. Lo que hago es erótico, a la bola (en cueros), no pasa nada, en la página como tal. Y por privado es que paso lo más fuerte. Así hago un dinerito. Eso es estrategia. El erotismo está bien pero a mí me gusta el porno —repite—, coger a la persona y calentarla. Suena feo pero es así.

En 10 preguntas y respuestas sobre OnlyFans indican que el coste de una suscripción mensual va desde los cinco dólares hasta los 50. A esto hay que sumarle el precio de las publicaciones de pago de las que habla Nelson Castro y que esta web describe como “un modelo de negocio complementario que se basa en limitar ciertas publicaciones (fotos, videos, documentos…) a los usuarios que decidan pagar una propina (así lo llama OnlyFans)”.

Pinky Unicornio en una bañadera

Reparar su casa es uno de los planes inmediatos de Pinky Unicornio. Foto: Sadiel Me Be

Pinky lo confirma, aunque a él esa opción no le aparece. Su modo de marcar la diferencia, entonces, es con el precio. “La mayoría de la gente cobra cinco pesos, pero yo puse mi tarifa en $29 porque soy un duro. Prefiero tener pocos seguidores (14 ahora mismo) pagando $29 que $200 pagando $ 5. No critico al que lo haga pero no es para mí”, dice.

Para él esta plataforma “es simple y a la vez complicada”. Porque Cuba no está entre los países cuyos usuarios pueden tener cuentas de pago en estas redes  debido a restricciones del embargo. Además, OnlyFans se demora ocho días en procesarse. Para que el dinero llegue a tus manos más o menos tienen que pasar dos semanas. No puedes unirte porque, digamos, necesitas el dinero para ahora mismo, recalca. Cuando habla parece que se desnuda, no le pone peros a nada. 

—Yo veo mucho TikTok y mi user preferido es la actriz e influencer canadiense Kristen Hancher. Yo la vi en Instagram hablar de una página de OnlyFans y me llamó la atención. No sabía qué era y no podía entrar a la página. Luego me di cuenta que había que pagar para suscribirse y yo no lo iba a hacer. Cuando me abrí la cuenta de Twitter entendí lo que era OnlyFans porque lo tenían una pila de personas. Me empezó a llamar la atención porque aquí en Cuba todo el mundo tiene una cuenta OnlyFans sin llegar a la aplicación. En  realidad, lo que hago yo lo hacen una pila de cubanos por recargas al móvil desde el exterior. Cuando lo haces por recargas es muy turbio. Entonces dije: ¿por qué no hacerlo de una manera más profesional? Investigué, me creé la cuenta y la configuré para que los cubanos no la puedan ver porque aquí sí es ilegal la difusión de pornografía, no que la hagas. Podrían ver con un VPN pero eso ya es otra cosa. A mí me da igual que me vean cubanos o no. El cuerpo es mío ―dice y me pone en el chat el sticker del hombrecito brazos arriba en señal de qué me importa―. Es para no tener problemas con la Policía, termina.

En Cuba continúa vigente la Ley no. 62 o Código Penal que penaliza con sanción de privación de libertad de tres meses a un año, o multa de 100 a 300 cuotas, al que “produzca o ponga en circulación publicaciones, grabados, cintas cinematográficas o magnetofónicas, grabaciones, fotografías u otros objetos que resulten obscenos, tendentes a pervertir y degradar las costumbres” (Art. 303, inciso c). 

Con respecto a  Internet, el reciente Decreto-Ley 370 del Ministerio de Comunicaciones regula los contenidos de usuarios cubanos en las redes. Aunque apela una vez más a la moral y las buenas costumbres, se ha aplicado sobre todo a quienes interpelan, de una manera u otra, al poder.    

Pinky se asegura de estar fuera del radar de los cubanos y dice que hay personas que ponen su cuenta anónima. Algunos nunca ponen su cara, siempre se tapan. “Ahí nadie te pide tu nombre completo ni el carnet de identidad ni la dirección”. 

―¿Es OnlyFans seguro y confiable? ―es una de las 10 preguntas que responde la web tuexperto.com.

―A fecha de hoy, OnlyFans no ha facilitado mucha información respecto a los métodos de seguridad instaurados en su página web. Meses atrás, la privacidad de la plataforma se puso en entredicho por sufrir una filtración de millones de fotografías y videos de creadores de contenido. Tampoco se conoce el tipo de pasarela de pago ni los métodos (…) empleados para encriptar los datos de sus usuarios. Por tanto, no podemos asegurar que OnlyFans sea totalmente seguro.

Pinky Unicornio y un perro

Pinky Unicornio con su perro Karma. Foto: Sadiel Me Be

Pinky Unicornio Cubano XXL prefiere hablar en términos de confianza, más allá de la seguridad de la red en sí: “Tiene que ser con un familiar o alguien que de verdad tú sepas que no te va a estafar porque al principio se hace poco, pero luego…”, me pone stickers de carita azul con dientes afuera, como quien dice “crece la cosa”. 

Como el primer OnlyFans cubano que dice ser, Pinky Unicornio le recomendaría la plataforma a todo el mundo porque “es una manera súper fácil y entretenida de hacer dinero, de sacarle dinero a las redes sociales. Otra cosa súper tiza (buena) que tiene OnlyFans es que puedes poner ahí tu lista de deseos de Amazon. Y tus fans te pueden comprar cosas”.

En cambio, la pareja de Cienfuegos considera que OnlyFans para Cuba es un enredo por todas las trabas que supone: “la velocidad de Internet, que no te acompaña para subir videos. En Cuba yo no lo recomendaría por las muchas trabas y bloqueos. Tienes que jugar con tener buen contenido para publicar y buena velocidad de conexión para subir contenido. Ya te digo: no lo hiciera si no necesitara el dinero”, dice uno de ellos.

De todos modos, Pinky tiene razones más allá del dinero. “Te ayuda a liberarte de los tabúes de la sociedad, que son una tontería al final. La gente vive con una escondedera con su cuerpo cuando en realidad nacimos en cueros. Yo siempre se lo recomiendo a todo el mundo. Los jóvenes son muy liberales, mucha gente podría vivir de esto y no lo hace”.

“Las fotos megacandentes que suben a Facebook las pueden subir en Only sin censura y, encima, cobrarlas”. 

―Por cierto, tengo 19 ― me advirtió Pinky Unicornio antes de comenzar. 

Palma Soriano, Cuba (1993). Periodista por cuenta propia con fugas frecuentes hacia la poesía. Autora de los libros Eduardo Heras: los pasos, el fuego, la vida (Letras Cubanas, 2018) y Mestiza (CAAW, Estados Unidos). Egresada de la Universidad de La Habana e integrante de la Red Latam de Jóvenes Periodistas. Ha publicado en Distintas Latitudes, HuffPost, Clarín, El Estornudo, Hypermedia Magazine, pero la mayoría de sus textos están en Eltoque y Tremenda Nota. Escribe, luego existe. --
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