“Me han aconsejado no hacer una denuncia pública sin evidencia ‘concreta’, pero la simple capacidad de razonamiento de todos será suficiente para que las palabras lleguen”, escribió en su perfil de Facebook el joven GM cubano Roberto García Pantoja, el pasado 29 de junio. Acto seguido acusó al Instituto Nacional de Deportes, Educación Física y Recreación (INDER) de adeudarle nueve meses de la estimulación que le corresponde por su condición de Gran Maestro, un total de 900 CUC.
La denuncia fue replicada por varios medios independientes del país y al menos seis Grandes Maestros cubanos apoyaron públicamente a Pantoja. Algunos de ellos también denunciaron situaciones similares.
El 9 de julio, el ajedrecista fue citado para un tribunal disciplinario a las 10:00 de la mañana en la Escuela Superior de Formación de Atletas de Alto Rendimiento “Giraldo Córdova Cardín”. Después de esperar durante una hora, Pantoja se retiró y volvió a publicar un post donde contaba lo sucedido y ofrecía sus argumentos sobre los temas que debían tratarse en la reunión: por qué viaja con pasaporte ordinario, por qué no jugó el Campeonato Nacional de 2020 y por qué publica sus denuncias en redes sociales. “No voy a ser cómplice del silencio”, insistió.
Cuatro días después, la Federación Cubana de Ajedrez (FCA) publicó en su perfil de Facebook una nota oficial firmada por su presidente, Carlos Rivero. Según la institución, el impago se debía a las supuestas indisciplinas cometidas por el atleta, cuyo expediente no se había procesado.
Pantoja era “culpable” de viajar y hacer estancias fuera del país por motivos personales por más de 30 días “sin permiso”. Además, el máximo funcionario de la FCA afirmó que las publicaciones del ajedrecista en redes sociales constituían una violación al “Reglamento de Estímulos y Reconocimientos” pues resultaban irrespetuosas hacia el movimiento deportivo cubano.
Ese mismo día, Pantoja hizo pública su decisión de pedir la separación de la FCA, una solicitud inédita por parte de un atleta de este deporte en la Isla. El 29 de julio, las autoridades de la Federación le notificaron que había sido sancionado a permanecer por dos años en “una estructura deportiva de nivel inferior”, medida que dijo no pensaba cumplir.
Hasta entonces el ajedrecista había encontrado en Internet un espacio para su realización personal, profesional y para el enfrentamiento deportivo. Después de su post del 29 de junio, Internet también fue su campo de batalla.
Roberto García Pantoja. Fotos: Hansel Leyva.
Internet como herramienta
“¿Navegar por Internet yo solo? ¿En vivo? Lo hice por primera vez en 2013. Tenía 19 o 20 años. De locos, ahora que lo miro.”
Fue en un viaje a Ecuador. Un cubano residente en aquel país le prestó una laptop, porque ni siquiera tenía teléfono inteligente.
“Estaba eufórico. No entendía nada”.
Pantoja juega ajedrez desde los ocho años. En todo ese tiempo su preparación fue “con mucha libreta” y a veces con softwares descargados de Internet, aun en una época en la que la red de redes constituye una herramienta fundamental para ese deporte.
Sin embargo, a pesar de esta llegada tardía, ha sabido sacarle partida a Internet.
Junto con el GM cubano Carlos Hevia, radicado en Estados Unidos, creó el proyecto “Chessiando”. Organizan torneos en los que participan niños menores de 12 años, a los que estimulan con clases, partidas simultáneas con Grandes Maestros, recargas para conectarse a Internet; todo de manera gratuita para los cubanos. Desde este proyecto ponen énfasis en el trabajo con los niños para contribuir a que no se pierda la escuela cubana de ajedrez.
“Buscamos apoyo de gente que nos ayuda. La mayor parte del patrocinio nos ha llegado de Suiza. Llevamos la cuenta de cada centavo que utilizamos, rendimos cuentas y ellos están maravillados por cómo hacemos tanto con tan poco. También algunos nacionales apoyan con premios y logística, hemos involucrado a empresas estatales como Ciego Montero y también a hoteles. Nos relacionamos con todos y el beneficio es mutuo.”
Roberto García Pantoja con niños que participan en el proyecto » Chessiando»
En medio de este empeño, el proyecto “Chessiando” desafía la lógica institucional centralizada del deporte cubano y demuestra que hay formas alternativas no solo de organizar eventos e incentivar la participación, sino también de hacer sostenible económicamente el ajedrez. Además de los patrocinios, convocan a torneos en línea con cuotas de inscripción que utilizan para premiar a los ganadores y obtener fondos para otras acciones del proyecto.
Quizá uno de los eventos de mayor visibilidad y resonancia que han desarrollado fue la Primera Copa Cubana Online de Ajedrez, jugada en abril pasado. La competencia fue organizada y promocionada de manera independiente, contó con patrocinio y premio en metálico a cuenta de Manuel’s (sponsor oficial de “Chessiando”) y tuvo la particularidad de estar abierto a todos los ajedrecistas cubanos, sin importar su país de residencia.
En momentos en que las principales figuras del ajedrez en la Isla han sido criticadas desde las instituciones deportivas y los medios oficiales por residir fuera de Cuba, el proyecto “Chessiando” logró reunir, en un mismo evento, a Grandes Maestros que hoy juegan bajo la bandera de otros países y a los que actualmente han ocupado sus lugares en la defensa de los tableros por la mayor de las Antillas.
Basta observar la lista de los 32 participantes en la última fase del torneo para notar que se trataba de un “todos estrellas” del ajedrez cubano actual. Entre ellos sumaban un ELO promedio de 2440 puntos. Por si esto no fuera suficiente, la final fue disputada por los dos mejores ajedrecistas cubanos de los últimos tiempos: Lázaro Bruzón y Leinier Domínguez (el ganador).
Listado de 32 participantes en la última fase de un torneo organizado por el proyecto Chessiando
“Por estas mismas fechas el INDER convocó a la carrera a un Primer Torneo Nacional de Ajedrez Online para jugadores residentes en el país. Sin embargo, eso no impidió que lo mejor del ajedrez cubano participara en la copa que organizamos. Todos querían jugar con Leinier y Bruzón. Allí estuvieron la mayoría de los Grandes Maestros cubanos.”
El proyecto “Chessiando” desafió esta vez la política excluyente del movimiento deportivo cubano que clasifica a los atletas en “patriotas” y “traidores” e hizo realidad lo que es un sueño de la mayor parte de la fanaticada del país: ver a sus ídolos representando a Cuba, sin importar dónde vivan o cómo piensan.
Para llevar a cabo estos proyectos y desarrollarse como jugador, Pantoja necesita conectarse a Internet. En un deporte que cada día es más científico, en la actualidad es imposible alcanzar un nivel internacional medio de espaldas a la red de redes .
“No solo es conectarse a Internet, también hace falta una buena conexión. En plataformas de juego muy pesadas como ‘Chess24’ los cubanos tenemos un desfase en el tiempo de respuesta a veces de más de un segundo y perdemos muchas partidas en los momentos finales”.
“Como miembro de la preselección nacional se supone que me deben poner conexión wifi en la casa y 30 horas de internet gratis al mes. Lo tienen muchos directivos, pero pocos atletas. Yo me conecto a Internet a través de datos móviles. Las clases que doy en línea ayudan a costearlo. Parte del dinero que estoy reclamando probablemente habría ido a parar a Etecsa. ¡No se dan cuenta de que estaría apoyando la economía nacional! Hay que reír para no llorar”.
Las redes como campo de batalla
Pantoja obtuvo oficialmente su título de Gran Maestro en la reunión celebrada en Hungría a inicios de septiembre de 2019.
A quienes alcanzan este título, el INDER les paga por concepto de estímulo 100 CUC mensuales. Desde el mes de octubre comenzó a solicitar información sobre la formalización del pago a Carlos Rivero, presidente de la FCA y comisionado de ese deporte en la Isla, y a Rodney Oscar Pérez, entrenador del equipo nacional masculino.
“En todos los casos las respuestas fueron dilatorias. No hice reclamación formal escrita, ese fue mi peor error. Luego de la denuncia pública en las redes llegaron a decirme: tu error fue decirnos verbalmente, porque las palabras se las lleva el viento.”
Pero Pantoja no es el único ajedrecista al que han dejado de pagarle. Situaciones similares han sido denunciadas por medios independientes y confirmadas por varios GM como Yusnel Bacallao, Omar Almeida, Carlos Hevia y Yuri González.
Este último incluso presentó una denuncia formal en la Fiscalía General de la República, la cual lo remitió a solucionar el problema ante el mismo organismo que incumplía con su pago, el INDER. Al parecer, el viento no solo se lleva las palabras.
Denuncias de ajedrecistas
Dos semanas antes de su denuncia pública, Pantoja deslizó el tema de manera discreta en la prensa nacional. En una entrevista publicada por el sitio web de la emisora capitalina COCO, ante la típica pregunta final de “¿Algo más?”, respondió: “Es bueno hacer un llamado de conciencias. Me gustaría que lo que los atletas nos ganamos con esfuerzo no se dilate meses, a veces años. Tenemos pocos recursos, pero es penoso no administrarlos bien”.
“No hubo ninguna reacción cuando salió en la prensa. Incluso, cuando dije que iba a hacer la denuncia pública, nada, de lo más tranquilos.”
En una de sus conversaciones vía Messenger con el presidente de la FCA, este le dijo:
“Si sigues hablando tanta mierda por Facebook eso es lo que vas a recibir, siempre he tratado de ayudarte pero así no te dejas, yo no he movido un dedo en contra tuya, pero así habrá pronto mucha gente preguntándonos a todos por tus manifestaciones contrarrevolucionarias y tu mala conducta.”
Chat de Roberto García Pantoja con el presidente de la Federación Cubana de Ajedrez
El mensaje está fechado el 24 de mayo y hasta ese momento Pantoja no había hecho pública su denuncia. Al parecer las “manifestaciones contrarrevolucionarias” a las que se refiere Rivero tienen que ver con las críticas hechas por el atleta a la situación del ajedrez en el país o por su rechazo a la discriminación ideológica que practican las autoridades cubanas contra algunos de sus antiguos compañeros.
“Ese mensaje colmó mi paciencia. Hasta ese momento estaba actuando de manera moderada, siendo paciente y esperando respuestas”.
Unos días después publicó un post donde preguntaba: “¿Es más hipócrita el INDER (Instituto Deportivo Cubano, abrevio) o ETECSA (Monopolio de Telecomunicaciones)?” Este mensaje fue el preludio de su denuncia pública del 29 de junio y todo lo que vino después, narrado al inicio de este texto.
En la actualidad Pantoja se encuentra en medio de un proceso disciplinario. Lo acusan de que sus publicaciones en Facebook violan una cláusula del contrato que ha firmado cada año, el cual limita considerablemente la libertad de expresión del atleta y está redactado de manera ambigua para poder aplicarse con discrecionalidad si fuera necesario.
Contrato firmado por Roberto García Pantoja
Ahora le dicen que no usó “las vías correctas”, pero hasta que no hizo pública la denuncia y fue replicada por la prensa independiente pasaron nueve meses sin que su problema (o su inquietud) fuera resuelto. Pantoja, al igual que miles de cubanos, apeló a las redes sociales como uno de los pocos recursos eficientes en la actualidad para llamar la atención de instituciones que se desentienden de los problemas que les corresponden solucionar.
Aunque esta pelea personal aún no ha terminado, parece estar cerca de su final.
El 30 de junio Pantoja denunció su caso a través de un correo electrónico a la Presidencia de la República, el cual no ha sido respondido aún. El 16 de julio entregó oficialmente su solicitud para ser separado de la FCA. El atleta ha sido sancionado por expresarse en las redes y continúa sin cobrar el dinero que le corresponde y que posiblemente nunca reciba. La insatisfacción dentro del ajedrez cubano sigue en aumento al punto de que el GM Yusnel Bacallao se retiró de la Olimpiada Mundial de Ajedrez en solidaridad con Pantoja; y Cuba, la gran perdedora en estas lides, se queda viendo cómo le cierran las puertas a otro de sus talentos.
Solicitud de renuncia de Roberto García Pantoja