Estos eventos de los últimos días constituyen un episodio más de la tensa y traumática relación entre Etecsa y sus clientes. Mientras el discurso oficial y la comunicación institucional de la empresa se enfocan en resaltar el crecimiento experimentado en los últimos años, los usuarios persisten en señalar las insuficiencias de un servicio marcado por los altos precios del acceso a Internet y la telefonía móvil, el enmarañado diseño de las ofertas ante la ausencia de tarifas planas y la imposibilidad de acudir a otros competidores en busca de mejores servicios.