Taller en Costa Rica reflexiona sobre importancia de redes comunitarias en Latinoamérica. Foto: cortesía Sulá Batsú.
El taller tecnológico Regulando para la inclusión, organizado por Asociación para el Progreso de las Comunicaciones (APC) y Rhizomatica, que se desarrolló en Costa Rica los días 26 y 27 de septiembre, trató temas relativos a la necesidad de las redes comunitarias para conectar Latinoamérica.
La huella de cobertura de las redes de telecomunicaciones en América Latina aún no penetra en muchas poblaciones rurales apartadas. La brecha digital se agudiza sobre todo en comunidades remotas, indígenas, y con baja densidad poblacional. Los servicios subsidiados por el Estado bajo esquemas de fondos de acceso o servicio universal, no han sido eficientes o sostenibles a mediano y largo plazo para los grandes operadores.
Hoy y mañana estaremos apoyando desde el taller para Costa Rica junto a representantes de diversos países de Latinoamerica dentro del Marco de la Comisión Técnica Regional de Telecomunicaciones (COMTELCA) con la colaboración de la Cooperativa Sulá Batsú. pic.twitter.com/xp3KjylqVA
— Sulá Batsú (@SulaBatsu) 26 de septiembre de 2019
La Fundación APC en alianza con Rhizomatica, con el apoyo financiero de la Agencia de Cooperación para el Desarrollo Internacional de Suecia (SIDA) lanzaron el proyecto Conectando a los Desconectados. Este año realizan talleres dirigidos a reguladores de telecomunicaciones, y a los decisores de políticas públicas en materia de TIC, modernización, acceso y cobertura rural, desarrollo comunitario e inclusión digital. El proyecto pretende además, trazar mapas de ruta para alcanzar el objetivo de habilitar modelos regulatorios innovadores para la inclusión.
Entre las entidades invitadas al taller en la capital costarricense, destacó la Comisión Técnica Regional de Telecomunicaciones (COMTELCA), un organismo de integración regional que coordina el desarrollo de la industria de las telecomunicaciones/TIC en los países miembros.
“Aún en Latinoamérica la mitad de la población está desconectada y además, algunos que están conectados no reciben la calidad necesaria para enfrentar esta transformación digital”, dijo a YucaByte Allan Ruiz Madrigal, secretario general de COMTELCA.
“Los que no están conectados muchas veces son personas en condiciones de multivulnerabilidad: pobreza, género, territorios propensos a desastres naturales…”, explicó Ruiz Madrigal.
Según el informe La revolución digital ante los grandes retos del mundo, de la Escuela Superior de Administración y Dirección de Empresas (2018), en la región solo el 43% de los hogares tiene acceso a Internet en sus casas. Mientras que en el mundo existen 3,700 millones de usuarios de Internet, solo el 10% de estos usuarios corresponden a América Latina, con 386 millones de personas conectadas.
El encuentro se dirigió a instituciones públicas y privadas: municipios, alcaldías, gobiernos estatales, directivos de agencias reguladoras, bancos y agencias de desarrollo. Las sesiones del taller incluyeron presentaciones, diálogos y ejercicios interactivos entre los participantes para exponer casos de sus jurisdicciones.
La Asociación para Progreso de las Comunicaciones (APC) en alianza con Rhizomatica y con el apoyo financiero de la Agencia de Cooperación para el Desarrollo Internacional de Suecia (“SIDA”) lanzaron el proyecto “Conectando a los Desconectados”. pic.twitter.com/RwLhdPSZBR
— Sulá Batsú (@SulaBatsu) 26 de septiembre de 2019
De acuerdo con Erick Huerta, fundador de Rhizomatica, “las redes comunitarias constituyen una historia de organización. La gente se une y resuelve sus problemas en sus propias comunidades. Más que orientados a una ganancia, están orientados a dar un servicio, satisfacer una necesidad”.
“La evolución tecnológica ha permitido que existan equipos que ahora las comunidades pueden utilizar para prestarse sus servicios de internet o de telecomunicaciones, en lugares donde los operadores no llegan”, agregó.
Gobierno cubano frena el desarrollo autónomo de las redes comunitarias
Mientras la región desarrolla mecanismos conjuntos para conectar a sus ciudadanos, en Cuba el gobierno implementa regulaciones que frenan el desarrollo autónomo de redes comunitarias como SNet.
El 29 de julio pasado, entraron en vigor las resoluciones 98 y 99 del Ministerio de Comunicaciones (MINCOM), que regulan, fundamentalmente, el uso del espectro radioeléctrico por personas naturales, e ilegalizan cualquier red de datos de más de dos manzanas de alcance que no esté en manos de una institución estatal.
SNet, con más de 15 años de experiencia conectando a miles de cubanos en gran parte del territorio nacional, fue la red más afectada con las nuevas medidas. En agosto, cerca de un centenar de usuarios se reunieron en un parque frente al MINCOM en La Habana para manifestarse contra las resoluciones y exigir un diálogo en el que se tuvieran en cuenta sus demandas.
Sin embargo, tras convocar a una nueva protesta, el movimiento fue desarticulado por la Seguridad del Estado cubana, que interrogó y amenazó a los activistas, y desplegó un fuerte operativo policial que incluyó la retención en sus hogares de periodistas que pretendían cubrir el suceso.
Desde entonces, los Joven Club de Computación y Electrónica (JCCE), una entidad estatal subordinada al Ministerio de Comunicaciones, promueven una supuesta “integración” entre sus precarios servicios y los de la exitosa red comunitaria. Pero la implementación de las resoluciones que condenaron a la desaparición a SNET revelan que en realidad se trata de una absorción o integración forzosa.
Hasta el 25 de septiembre y desde la entrada en vigor de las resoluciones, se habían emitido en Cuba “402 licencias para redes privadas de personas naturales”, principalmente en La Habana, declaró al periódico Granma Pablo Julio Pla, funcionario del MINCOM. El directivo aseguró además que la red de los Joven Club (TinoRed) estaría creando capacidades y utilizando “infraestructuras de otras entidades” para dar acceso wifi a los usuarios que adquieran estas licencias.
Actualmente existen en Cuba 644 instalaciones de JCCE, pero solo el 5.12 % de ellas — 33 unidades— cuenta con servicios de conexión wifi, revela una infografía que acompaña las declaraciones de los funcionarios del MINCOM a Granma.